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sábado, 19 de enero de 2019

The NHS Long Term Plan

     Malcolm Willet
(Continúa)…

Apenas año y medio después del citado artículo editorial, (The Lancet, April 15, 2017. The future of the NHS), el pasado 7 de enero, el director ejecutivo de NHS England, Simon Stevens, presentaba el denominado “Plan a largo plazo del NHS” (NHS Long Term Plan) en el Alder Hey Children's Hospital de Liverpool.

Tras su publicación, se inicia ahora un calendario en su tramitación según el cual, hasta el verano de 2019, el personal, los pacientes y la ciudadanía tendrán la oportunidad de hacer aportaciones y contribuir con el NHS, a nivel local, para determinar qué significa el Plan del NHS para su área, y cómo cumplir con los objetivos nacionales en el ámbito de su comunidad.

Con carácter general, el Plan viene a dar respuesta a los problemas del NHS, adaptar el sistema para enfrentarse al futuro y obtener el mayor valor para los pacientes de cada libra invertida por los contribuyentes.

He aquí un resumen con algunos de los objetivos que pretenden mejorar la atención de los pacientes en los próximos diez años. Algunas de estas medidas llaman la atención (¿así estamos?):
·  Asegurarse de que todo el mundo tenga el mejor comienzo en su vida
- Reducir la mortalidad perinatal y maternoinfantil en un 50%. 
- Asegurar que la mayoría de las mujeres puedan beneficiarse de la continuidad de cuidados durante y después de su embarazo. 
- Proporcionar apoyo adicional para embarazadas con riesgo de nacimiento prematuro. 
- Ampliar el apoyo a los problemas de salud mental perinatales. 
- Adoptar medidas adicionales sobre la obesidad infantil. 
- Aumentar la financiación para la salud mental de la infancia y la juventud. 
- Reducir los tiempos de espera para las evaluaciones de autismo. 
- Proporcionar un correcto cuidado a los niños con problemas de aprendizaje. 
- Ofrecer los mejores tratamientos disponibles para los niños con cáncer, incluyendo terapias CAR-T y radioterapia con haz de protones.
· Ofrecer una atención de primer nivel para los principales problemas de salud
- Prevenir 150.000 ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y casos de demencia. 
- Proporcionar programas de educación y ejercicio a decenas de miles de pacientes más con problemas cardíacos, previniendo más de 14.000 muertes prematuras. 
- Salvar 55.000 vidas más al año diagnosticando más cánceres en estadios precoces. 
- Invertir en detectar y tratar las afecciones pulmonares precozmente para prevenir 80.000 estancias hospitalarias. 
- Gastar al menos £ 2.300 millones más al año en atención a la salud mental. 
- Ayudar a 380.000 personas más a recibir tratamiento para depresión y ansiedad (para 2023/24). 
- Proporcionar atención física y mental basadas en la comunidad para 370.000 personas al año con enfermedad mental grave (para 2023/24).
· Ayudar a las personas a envejecer bien
-Aumentar la financiación para la atención primaria y comunitaria en al menos £4.500 millones. 
-Agrupar a diferentes profesionales para coordinar mejor la atención. 
-Ayudar a más personas a vivir de manera independiente en casa por más tiempo. 
-Desarrollar más equipos de respuesta rápida en la comunidad para prevenir ingresos innecesarios en el hospital, y acelerar las altas al domicilio. 
-Mejorar el apoyo del personal del NHS a las personas que viven en residencias. 
-Mejorar el reconocimiento de/a los cuidadores y el apoyo que reciben. 
-Progresar en el cuidado de las personas con demencia. 
-Facilitar a un mayor número de personas más información sobre la atención que reciben y dónde la reciben, en particular hacia el final de sus vidas.

El Plan establece una serie de medidas que, la verdad sea dicha, suenan a recetas (bastante) conocidas, acerca de cómo piensan superarse los desafíos a los que se enfrenta el NHS, como la escasez de personal y la creciente demanda de servicios: 

1. Hacer las cosas de manera diferente, dando a las personas un mayor control sobre su propia salud, alentando la colaboración entre GP’s, equipos y ‘redes de atención primaria’ trabajando como ‘sistemas de cuidados integrados’. 

2. Prevenir la enfermedad y luchar contra las desigualdades en salud, aumentando la lucha contra algunas de las causas más significativas de la enfermedad, incluyendo nuevas medidas para ayudar a las personas a dejar de fumar, superar los problemas de consumo de alcohol y evitar la diabetes tipo 2, centrándose especialmente en las comunidades y grupos de personas más afectadas por estos problemas. 

3. Apoyar y respaldar al personal, aumentando la mano de obra del NHS, formando y reclutando a más profesionales –incluyendo varios miles de plazas para enfermeras de pregrado, más plazas en facultades de medicina, y más rutas para la formación en el NHS. También se pretende que el NHS sea un mejor lugar para trabajar, para que más profesionales permanezcan en el NHS y sean capaces de hacer un mejor uso de sus habilidades y experiencia para los pacientes. 

4. Hacer un mejor uso de los datos y de la tecnología digital, proporcionando un acceso más adecuado a los servicios y a la información de salud para los pacientes, (con una nueva aplicación NHS App como puerta de entrada digital), un mejor acceso a las herramientas digitales y a la historia clínica de los pacientes por parte del personal y mejoras en la planificación y prestación de servicios basados en el análisis de los datos de los pacientes y de la población. 

5. Sacar el máximo provecho de la inversión de los contribuyentes en el NHS trabajando con médicos y otros profesionales para identificar maneras de reducir duplicidades innecesarias en los servicios clínicos, hacer un mejor uso del poder de compra del NHS para obtener mejores precios en los productos más comúnmente utilizados, y reducir los gastos de gestión y administración.

Angela Coulter, conocida experta en políticas de salud, analista y directora no ejecutiva de NICE, publicaba hace pocos días una breve entrada sobre el Plan del NHS en su blog del BMJ: («What does the NHS long term plan promise for patients?»).

En su opinión la omisión más decepcionante del Plan es la falta de propuestas coherentes para abordar la multimorbilidad, posiblemente el mayor problema al que se enfrenta el NHS (y otros sistemas sanitarios). Un estudio reciente de The Health Foundation informaba que más de 14 millones de personas (una de cada cuatro) presentan dos o más problemas de salud, lo que supone más de la mitad de las hospitalizaciones y visitas ambulatorias y tres cuartas partes de las prescripciones en atención primaria. Sin embargo, el sistema de salud británico, como ocurre con otros en todo el mundo, se organiza alrededor de enfermedades individuales y hay muy poca investigación sobre la mejor manera de manejar múltiples enfermedades.

Por tanto, añade Coulter, es extraño que el Plan a largo plazo no diera más importancia a su mejor respuesta para el problema de la multimorbilidad, a saber, el denominado modelo integral de atención personalizada (Comprehensive Model of Personalised Care). Aunque aparece citado en el informe, se publicó apenas un mes antes, en noviembre de 2018. El modelo, basado en la conocida estratificación según niveles de complejidad, esboza una estrategia para dar un mejor apoyo a las personas con problemas de salud física y mental a largo plazo, dándoles mayor capacidad de elección y control, con el objetivo de construir sus conocimientos, habilidades y confianza para vivir bien con sus problemas de salud.

Son muchos los interrogantes y las dudas que suscita hoy día el NHS británico, embarcado en esta enésima reforma que parece que no acaba de dar una respuesta adecuada a los retos y desafíos planteados desde hace ya algún tiempo a la mayoría si no a todos los sistemas sanitarios de los países desarrollados: cambios demográficos y envejecimiento poblacional, problemas y enfermedades crónicas, pluripatología y multimorbilidad, innovaciones tecnológicas y disponibilidad de recursos...

[No es la primera vez que hablamos aquí del futuro del NHS:

Ver: Sobre el futuro del NHS y también:
Cómo transformar el modelo de atención sanitaria y social (I)

Así las cosas, Milagros Pérez Oliva concluye en su columna sobre el NHS:

«Si hace 40 años, cuando estaba en su apogeo e inspiró la Ley General de Sanidad española, alguien hubiera sugerido que el mítico NHS iba a encontrarse en esta situación, nadie lo hubiera creído. ¿Cómo han podido los británicos dejar que ocurriera?»
__________________

viernes, 18 de enero de 2019

Mirror, mirror…

            Malcolm Willet, a partir del trabajo de Eadweard Muybridge

«La insuficiencia financiera y la falta de profesionales deterioran el Servicio Nacional de Salud Británico»

En una breve columna publicada en el diario EL PAÍS del 14/1/2019 («NHS: la destrucción de un mito»la periodista Milagros Pérez Oliva recuerda que hace ya años que el NHS británico dejó de ser el sistema sanitario público que durante mucho tiempo (nos) sirvió como espejo y modelo emblemático para el diseño y desarrollo de los sistemas nacionales de salud de muchos países; hoy es un espejo que parece bastante roto y deteriorado:

«Hace tiempo que el National Health Service (NHS), el servicio público de salud considerado de referencia en el mundo, dejó de ser la joya de la Corona británica. Las reformas estructurales emprendidas por Margaret Thatcher lo pusieron en la picota y ahora, tras nueve años de austeridad, está al borde del colapso.»
    Foto: Eadweard Muybridge
En un editorial publicado en enero de 2011, (The end of our NHS), The Lancet advertía ya sobre la peligrosa deriva en la que podía entrar el sistema público de salud británico debido a los recortes y a su escasa financiación, tras la entrada en vigor de la denominada Health and Social Care Bill, (que puso en marcha la creación del NHS Commissioning Board y de los consorcios que fragmentaron la atención sanitaria y social). The Lancet denunciaba, además, unos peores resultados en salud, de forma que la supervivencia de pacientes con cáncer primario colorrectal, cáncer pulmonar, cáncer de mama o de ovario era menor en el Reino Unido que en otros países, como Australia, Canadá, Suecia o Noruega.

En abril de 2017, con motivo de la aparición del Informe parlamentario de la House of Lords sobre «The Long-term Sustainability of the NHS and Adult Social Care», The Lancet publicó también un editorial bastante crítico (The future of the NHS). En línea con las conclusiones del citado Informe señalaba que, de no llevarse a cabo una serie de cambios radicales, el NHS y el sistema de atención social para adultos serían insostenibles en poco tiempo. Era necesaria una transformación del servicio, aportar soluciones de financiación a largo plazo y una acción inmediata en la atención social de adultos. Como decía el informe, "Nuestro NHS, nuestra 'religión nacional', está en crisis y el sistema de atención social para adultos está al borde del colapso". A menos que la cultura de soluciones a corto plazo sea reemplazada por una de planificación a largo plazo, el NHS no podría continuar. La recomendación clave del informe era la creación de una nueva “Oficina independiente para la sostenibilidad del sistema” para evaluar las necesidades de salud y de atención durante los próximos 15 a 20 años, informar sobre el impacto de las cambiantes necesidades demográficas, revisar la formación, las competencias y habilidades necesarias de los profesionales y evaluar la estabilidad de los presupuestos destinados para la atención sanitaria y la asistencia social en relación con la demanda.

El informe recomendaba liberar más fondos para el NHS, que debían aumentar al menos tan rápido como los aumentos en el producto interior bruto durante 10 años a partir de 2020. Una década anterior de recortes y restricciones salariales ha llevado a la desmoralización y ha dificultado el reclutamiento de personal, especialmente de los empleados peor remunerados. El informe concluye que la mayor amenaza interna para la sostenibilidad del NHS es la falta de una estrategia a largo plazo para asegurar el suficiente número de profesionales y mano de obra adecuadamente formada, capacitada y comprometida.

Otras dos recomendaciones importantes del Informe son la integración de la atención social y sanitaria haciendo que el Departamento de Salud sea responsable de ambos presupuestos, y la eliminación gradual del modelo tradicional de asociación o partenariado de la práctica generalista (GP) en favor de otros modelos, como el empleo asalariado. Otras recomendaciones incluyen la consideración de incorporar un sistema basado en seguros, que comience a implantarse en la mediana edad, para cubrir los costes de la asistencia, reducir los presupuestos de salud pública durante al menos los próximos 10 años, una nueva campaña para insistir sobre los peligros de la obesidad y una nueva redacción de la Constitución del NHS para dejar claro que el acceso al NHS implica responsabilidades y derechos para los pacientes, y que los ciudadanos tienen la obligación y el "deber común" de vivir de una forma sana para contribuir y apoyar la sostenibilidad del NHS.

El Informe establece un total de 34 recomendaciones. La falta de liderazgo del Departamento de Salud y de Health Education England, así como la fragmentación de los servicios provocada ​​por la Ley de Salud y Asistencia Social de 2012, son objeto de críticas particulares.

El NHS fue fundado en 1948 para prestar un servicio de salud integral, de carácter universal, disponible para todos, basado en la necesidad clínica y no en la capacidad de pago. Fue diseñado para tratar enfermedades agudas y –como muchos otros sistemas sanitarios- se ha adaptado mal al manejo de enfermedades crónicas y al creciente número de personas mayores con multimorbilidad.

La mano de obra sanitaria, -profesionales, empleados y trabajadores-, el NHS y los servicios sociales necesitan inversión como parte de la estrategia de crecimiento económico. El NHS es un instrumento que contribuye a los avances en el cuidado de la salud a través de la investigación y la innovación. La salud misma puede aumentar la productividad. En este sentido, tiene un importante papel económico que a menudo se ignora. Por todo ello, -recuerda el Informe-, el NHS necesita adaptarse a las necesidades de atención sanitaria para prestar una atención de calidad. Algunas enfermedades serán curables en los próximos años, pero las opciones actuales sobre el estilo de vida suponen ahora cargas enormemente crecientes de diabetes tipo 2 y de obesidad. Se necesitan urgentemente campañas de salud pública, de promoción de la salud y educación sobre prevención de enfermedades.

The Lancet apelaba al consenso entre los partidos políticos para implementar los hallazgos clave del informe tras el debate parlamentario. El futuro del NHS y la atención social dependerían del establecimiento de un liderazgo reconocido y una dirección que sobreviva a los ciclos gubernamentales.

Finalmente, reclamaba la necesidad de una investigación independiente para reunir a clínicos y expertos en políticas públicas, así como las voces de ciudadanos y pacientes, para responder a la pregunta: ¿Qué tipo de NHS queremos y necesitamos en 2020, 2025 y 2030? ¿Y cómo llegamos hasta allí?
(Continúa)...

martes, 12 de mayo de 2015

Ante las Elecciones. Propuestas sobre la Sanidad (y V)

Viñeta de El Roto. EL PAÍS, 25-3-2015

La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) hace público en estos días un documento imprescindible y oportuno: (Posicionamiento de SESPAS en el año electoral de 2015.Protege tu salud con tu voto) en el que recuerdan el principio de Salud en todas las políticas muestra que la salud no sólo depende de la asistencia sanitaria: ganamos y perdemos salud con todas las decisiones que toman los gobiernos municipales, autonómicos, el nacional y cada vez más también en la esfera internacional. Por ello, de cara a las Elecciones Autonómicas y Municipales, invitan a valorar críticamente y contrastar los diferentes programas electorales con las propuestas recogidas en el documento. Su meta no es otra que la mejora de la salud de la población, comprometidos con los principios que fundamentan la salud pública: la justicia social y la aplicación efectiva de los derechos humanos.

Con ese mismo espíritu, hemos venido recopilando hasta ahora –con algunos breves apuntes y observaciones- las diferentes propuestas en materia de sanidad que los partidos políticos ofrecen en sus programas electorales. Acabamos aquí con esta serie de entradas del blog…

CIUDADANOS (C’s)

En su ideario explican que son el fruto maduro de una reacción ciudadana que tiene su origen en Cataluña y que posteriormente se proyecta a toda España. Plantean cuatro líneas de actuación básicas:

1.      Defensa de los derechos individuales
2.      Defensa de los derechos sociales y del estado de bienestar
3.      Defensa del Estado de las autonomías y de la unidad europea
4.      Defensa de la democracia y regeneración de la vida política

En la segunda de estas líneas de actuación, Defensa de los derechos sociales y del estado del bienestar, señalan como principio de partida la necesidad de la intervención de los poderes públicos para asegurar la efectividad de los derechos sociales. Para ello, las redes públicas educativas, asistenciales y sanitarias, a las que puedan acceder todos los ciudadanos con independencia de su capacidad económica, deben tener un alto grado de calidad para así evitar desigualdades que generen exclusión social.

En la página Web encontramos una serie de propuestas sanitarias que luego desarrollan más en detalle (los subrayados son nuestros):


Defendemos una sanidad pública, universal, eficiente y de calidad.

        Exigimos una gestión eficaz y transparente.
        Racionalizaremos el gasto sin perjudicar a los ciudadanos.
    Delimitaremos la sanidad pública y la privada a nivel orgánico, administrativo y de gestión.
        Mejoraremos la atención primaria.
        Optimizaremos el tamaño de los hospitales.
        Regularemos la demanda priorizándola según las necesidades.
        Incentivaremos al personal y penalizaremos el absentismo.

C’s defiende un sistema sanitario público y universal de salud que garantice el acceso a una asistencia y cobertura sanitaria eficientes y de calidad a todos los españoles con independencia de su lugar de residencia como uno de los pilares del Estado social y de bienestar español.

La salud es fundamental para el bienestar de las personas. Por ello C’s quiere un sistema sanitario que, además del tratamiento de las enfermedades, se ocupe de la prevención, los hábitos saludables, la rehabilitación, la asistencia y la investigación.

El modelo actual necesita de reformas estructurales factibles, con un impacto importante en la reducción del gasto que buscan desarrollar un servicio de salud sostenible y solvente.

Estas consideraciones iniciales se desarrollan posteriormente en un decálogo que contempla una serie de medidas muy genéricas y poco concretas entre las que se alude al establecimiento de indicadores de calidad y eficiencia que permitan la transparencia y la rendición de cuentas a la ciudadanía Se habla de mejorar la financiación del sistema -de base capitativa-, aunque en ningún momento se indica expresamente que se hará mediante impuestos ni se habla de la gratuidad de los servicios o prestaciones; (aunque se alude a la implantación de un posible copago con carácter disuasorio y reembolsable según la gravedad). Reorganizar y concentrar servicios, adecuar el tamaño de los hospitales, mejorar la atención primaria para reforzar su papel como filtro de la especializada (sic), coordinar niveles, revisar las actividades preventivas y/o asistenciales que no aporten valor, regular la demanda y promover la evaluación de tecnologías sanitarias para su posible incorporación con criterios de coste-efectividad. Con respecto al personal, se propone incrementar los incentivos económicos a la productividad, fomentar la exclusividad en el sector público e incluir mecanismos de autonomía de gestión profesional. Finalmente, plantean corresponsabilizar a los pacientes y fomentar “cambios culturales” que contribuyan a la propia transformación del sistema.

Literalmente:   

1.      Transparencia y rendición de cuentas a la ciudadanía.
Supone que los responsables que gestionan los centros y las áreas rindan cuentas a quien financia sus actividades y, por supuesto, que los responsables de mayor nivel fijen criterios claros de actuación basados en indicadores de calidad y eficiencia y rindan cuentas a la ciudadanía de su labor.

2.      Mejoras en la financiación.
La financiación debería ser capitativa, consistente en asignar al conjunto de proveedores de cuidados de una zona geográfica determinada, un fondo económico por cada persona de dicha zona que está incluida dentro de la población protegida, durante un periodo determinado, normalmente de un año. Se deben establecer indicadores de salud poblacional y de calidad de la asistencia prestada que permitan recompensar a aquellas organizaciones que mejores resultados obtengan.

3.      Concentración de servicios y optimización del tamaño de los hospitales.
La reorganización de servicios debe basarse en evidencias sobre la relación entre volumen, resultados y costes, repensando tanto los hospitales muy pequeños como los demasiado grandes y definiendo mejor los niveles asistenciales (p. ej., no hacer cirugía ambulatoria en hospitales universitarios), desarrollar sistemas multihospital para concentrar servicios comunes como anatomía patológica, laboratorio, etc. y coordinar compras, evitando el fraccionamiento de los sistemas de información por comunidades autónomas.

4.      Políticas preventivas y asistenciales.
En el campo de políticas preventivas y asistenciales es necesario adoptar medidas que tengan por finalidad la reducción de: a) actividades preventivas que no aportan valor asistencial añadido (chequeos, revisiones de empresa, etc.), especialmente en la propia Administración y orientar las citadas políticas hacia segmentos poblacionales donde se ha demostrado su efectividad; b) de pruebas diagnósticas sin clara respuesta terapéutica asociada; c) mejoras de calidad asistencial para reducir complicaciones y efectos adversos; d) de limitación del esfuerzo terapéutico fútil o inútil redefiniendo los procesos terminales y rediseñando las alternativas de prestaciones.

5.      Regulación de la demanda.
La regulación de la demanda no puede basarse en el copago. Este puede suponer una barrera de acceso a los servicios sanitarios de personas que realmente los necesiten. Se hace necesaria: a) la priorización según necesidades: urgencias, exploraciones, visitas, intervenciones, priorización listas de espera, cartera de servicios; b) implicación de los pacientes en sus propios cuidados, especialmente con enfermedades crónicas e implicarlos en la práctica de hábitos saludables invirtiendo en prevención y educación en salud; c) medidas enfocadas a evitar duplicidades en pruebas, visitas u otros servicios; d) reducir la utilización intensiva de algunos servicios como las urgencias hospitalarias filtrando los casos banales y disminuir las derivaciones; e) implantar y extender la utilización de las tecnologías de la información y comunicación para todo tipo de gestión de la demanda incluyendo la sustitución de la visita cara a cara. El copago solo podría ser utilizado como un elemento disuasorio en aquellos pacientes menos graves que tengan la posibilidad de administrar mejor el uso de medicamentos o servicios sanitarios, y se establecería mediante un copago reembolsable.

6.      Evaluación de tecnologías y medicamentos, e incorporación a la cartera de servicios.
En primer lugar desde C’s pensamos que la definición de la cartera de servicios debe estar basada en la evidencia, Asimismo, la priorización y financiación de la incorporación de tecnologías y medicamentos a la cartera de servicios se realizará en función de su efectividad y coste-efectividad por lo que los nuevos procedimientos diagnósticos o tratamientos deberán acompañarse de su presupuesto y financiar los fármacos nuevos sólo en las indicaciones aprobadas. También pensamos que se ha de abordar la racionalización de los tratamientos de gran coste unitario y pequeños beneficios y de los tratamientos emergentes o de efectividad dudosa.

7.      Mejora de la atención primaria y coordinación entre niveles asistenciales.
Es imprescindible aumentar el presupuesto de la atención primaria para reforzar el papel de la misma como filtro de la especializada y puedan realizarse pruebas diagnósticas evitando así derivaciones a la especializada. Asimismo se hace necesario realizar una política de servicios basada en la atención primaria para atender enfermedades crónicas y reducir hospitalizaciones.

8.      Políticas de personal.
En este campo consideramos medidas destacables: a) incrementar los incentivos económicos a la productividad así como fomentar la exclusividad en el sector público; b) Incluir mecanismos de autonomía de gestión profesional que permitan tomar mayor responsabilidad a los profesionales en la gestión de la demanda; c) cambios en la distribución porcentual de las plantillas entre sanitarios y no sanitarios así como en la formación de grado y en la residencia; d) descentralizar la contratación a nivel de centros; e) combatir la endogamia y la falta de movilidad profesional; f) hacer más atractiva económica y socialmente la carrera profesional en atención primaria; g) penalizar el absentismo; y h) reorientar los incentivos a los profesionales para la innovación y la sustitución de tratamientos y pruebas diagnósticas obsoletos o antiguos.

9.      Mayor coordinación del sistema.
Intensificaremos la función del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud como garante de la coordinación en la asistencia sanitaria en todo el territorio nacional, incluyendo la cartera de prestaciones sanitarias complementarias siempre que estos servicios demuestren su utilidad y necesidad. La coordinación que debe realizar el Estado persigue la integración de la diversidad de las partes o subsistemas en el conjunto o sistema, evitando contradicciones, disfunciones e ineficiencias.

10.  Cambios culturales.
Otro pilar de la reformas es fomentar cambios culturales en la propia organización sanitaria y en la sociedad hacia formas menos “consumistas” de los servicios sanitarios: a) hay que introducir medidas orientadas a incrementar la autonomía de gestión y la responsabilidad de las unidades clínicas; b) recuperar la función de autoridad sanitaria, saber quién prescribe qué y a quién; c) introducir medidas de desarrollo y difusión de análisis, e indicadores de productividad y costos, y la introducción de la competencia por comparación; d) desarrollar nuevas líneas de actividad para las enfermedades crónicas como telemedicina, atención domiciliaria, desde programas piloto a utilización masiva.

Aunque en el Programa Marco no se contempla nada al respecto, hace unos días el candidato de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid anunció que su programa incluye desprivatizar cuatro hospitales, revisando el modelo de gestión 100% privada de los hospitales de Valdemoro, Torrejón de Ardoz, Móstoles y Collado Villalba si gobierna o puede influir en el Gobierno autonómico.

Igualmente, considera prioritario la elaboración de un catálogo de servicios públicos, mediante una ley que regule, incluso reformando el Estatuto madrileño, los servicios básicos no privatizables, como educación y sanidad, impidiendo que puedan dejarse en manos de terceros. En su opinión, “la mejor demostración de que tenemos malos gestores es que quieren privatizar los sectores que deberían gestionar bien.”

 El programa sanitario de UP y D

En su página Web presentan un breve documento que se define como Programa Marco para las Elecciones Autonómicas y Municipales, cuyo objetivo es servir de guía para elaborar los programas autonómicos y municipales de las elecciones. Este Programa Marco propone los contenidos (mínimos) que deberían incluir, y una propuesta de ordenación de los temas. Es una herramienta orientativa, a disposición de los responsables de elaborar la ponencia del programa en cada ámbito territorial concreto:

Sanidad
1. Gestión de hospitales, centros de salud, empleo público, actuaciones autonómicas (revisión de derivaciones de pacientes desde la sanidad pública a la privada, historia clínica electrónica y receta electrónica).

2. Transparencia y evaluación de la gestión sanitaria (listas de espera diagnóstica y quirúrgica, gasto real y farmacéutico, evaluación y publicación periódica de resultados).

Allá donde existen, (como en la Asamblea de Madrid), los grupos parlamentarios de UP y D declaran expresamente su apuesta decidida por una sanidad pública universal, de calidad e igual para todos los ciudadanos.

En los programas autonómicos para cada territorio pueden verse las medidas concretas que se plantean. Así, entre las páginas 26 a 31 del Programa Electoral a las Cortes de Castilla-La Mancha, nos han llamado especialmente la atención las siguientes propuestas (que parecen claramente relacionadas):

    Devolución de las competencias de Sanidad al Estado Central: con el fin de restaurar un sistema sanitario común para todo el territorio nacional, basado en los principios de equidad, calidad, eficiencia y participación ciudadana.

      Proponemos un gran Pacto por la Sanidad Nacional consensuado por todos los partidos políticos representantes del conjunto de la sociedad española y con una hoja de ruta a corto, medio y largo plazo, no sujeto a los vaivenes del Gobierno de turno e intereses particulares del partido político gobernante en ese momento.

        Recuperar la cohesión y equidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).

        Gestión pública de la Sanidad pública.

     Creación de una Comisión Nacional de Supervisión del SNS constituida por un reducido número de expertos independientes que haga un análisis de la situación y proponga un Plan de Reforma a las Cortes. Este organismo tendría funciones permanentes para vigilar el cumplimiento de las propuestas y asegurar la calidad asistencial y el resto de principios rectores. Contará con la opinión de las Sociedades Científicas, Asociaciones de Pacientes y Familiares, y Organizaciones de Consumidores.

Algunos otros puntos destacables tienen mucho que ver con la situación actual del servicio sanitario público en Castilla-La Mancha y con la desafortunada gestión del mismo llevada a cabo:

     Profesionalizar los cargos de gestión del SNS mediante sistemas de acreditación profesional objetivos y mecanismos de selección que garanticen la adjudicación de plazas siguiendo criterios de méritos y capacidad. Ofrecer cursos de formación abiertos a todos los profesionales de la salud y no sólo a cargos de confianza ya predeterminados según afinidad política y además financiados con recursos públicos.
     Obligatoriedad de publicar las listas de espera de tratamiento quirúrgico, atención especializada y pruebas diagnósticas, con periodicidad mensual, con comparativa con otros centros de la misma comunidad y a nivel nacional, publicando qué número de pacientes son derivados a centros privados, los motivos y criterios seguidos para dicha derivación y qué coste económico representan.
    Exigir responsabilidades por la mala planificación y posterior actuación en la construcción y puesta en marcha del nuevo Hospital de Toledo, que está demorando su apertura con perjuicio de la asistencia a la población.

Finalmente, citamos el Programa Electoral a la Asamblea de Madrid en cuyas páginas 32 a 36 encontramos las propuestas relativas a la sanidad.

Se afirma textualmente que el Servicio Madrileño de Salud maltrata a los profesionales, al tiempo que ha sufrido durante años una gestión temeraria basada en criterios electoralistas que ha alcanzado su máxima expresión en la última legislatura. A este respecto, explica:

Se han inaugurado tres hospitales de gestión privada en el transcurso de una de las mayores crisis económicas que ha padecido nuestro país y mientras existen desviaciones importantes de los presupuestos sanitarios. Por otra parte, los intentos fracasados de privatizar la gestión sanitaria de seis hospitales públicos madrileños, de convertir el Hospital de La Princesa en un geriátrico, de implantar el ilegal euro por receta, y la gestión de la crisis del ébola son muestras de una política dogmática, errática, incoherente e ineficaz.

También plantean que para garantizar la igualdad de acceso de todos los ciudadanos a la prevención, educación y atención sanitarias, evitando la fragmentación del SNS en diecisiete subsistemas independientes, se hace necesario:

Devolver al Estado competencias sanitarias para reconstruir un sistema sanitario armónico y garantizar la igualdad de derechos. El Gobierno de España debe tener competencia legislativa y de desarrollo plena, de forma que se ejecuten sus decisiones y pueda ejercer de forma efectiva la coordinación. Creemos necesaria una mayor colaboración entre las CCAA para unificar criterios y compartir procedimientos. Implantar principios rectores de racionalización del gasto, igualdad y equidad en las prestaciones a los pacientes en todas las comunidades autónomas, así como centralizar compras a nivel estatal para aprovechar economías de escala. Unificar elementos clave como la tarjeta sanitaria, los sistemas de historia clínica de Atención Primaria y Hospitalaria de las distintas comunidades autónomas, los sistemas de receta electrónica y el calendario vacunal. (sic)

Por último, una propuesta que sí nos parece digna de aplauso (y que todas las fuerzas políticas deberían hacer suya) es la de restablecer la Dirección General de Salud Pública en la Comunidad de Madrid, suprimida en su día por el Gobierno Regional. Es sencillamente bochornoso y lamentable que Madrid sea la única Comunidad Autónoma que no cuenta con un órgano directivo de este nivel para gestionar las competencias en esta materia.

Laus Deo...

sábado, 9 de mayo de 2015

Ante las Elecciones. Propuestas sobre la Sanidad (IV)

Viñeta de El Roto. EL PAÍS 11-4-2015

PODEMOS

Como han analizado de forma exhaustiva numerosos especialistas y expertos de la ciencia política, la irrupción del fenómeno PODEMOS en el panorama político español supuso un revulsivo de primer orden que algunos denominaron como la gran innovación de la política de la última década, en un país asolado por la corrupción, los recortes, el desempleo, el maltrato de una juventud sin futuro y una sociedad en quiebra económica y social.”

Para entender algo más sobre esta formación política, (origen y procedencia, apoyos, ideas y orientación, etc.), recomendamos una serie de lecturas (casi) imprescindibles en el blog del colectivo Politikon:

También en este interesante (y barato) eBook Podemos: la cuadratura del círculo

Sobre sus propuestas programáticas, hace poco más de un año tuvimos ocasión de conocer el Documento Final del denominado Programa Colaborativo para las Elecciones Europeas. Según explicaban, era el resultado de un proceso de elaboración colectiva a través de un método abierto y ciudadano, en el que al parecer participaron miles de personas. Partiendo de la propuesta de un borrador, el proceso se desarrolló en tres etapas: debate y aportaciones online a título individual, enmiendas colectivas de los Círculos Podemos y referéndum online sobre las enmiendas.

En aquella ocasión, el propio carácter y el ámbito del proceso electoral, hizo que algunas de las ideas contenidas en el discurso pasaran (bastante) inadvertidas. Sin duda algunas propuestas “estrella” (como el impago de la deuda pública y la implantación de una renta básica universal) eclipsaron el resto del programa.

En materia de salud, el epígrafe Conquistar la igualdad, construir la democracia incluía de manera genérica una serie de medidas que apuntaban claramente hacia un modelo sanitario integrado, de carácter público, (en su financiación, gestión y provisión), gratuito y de cobertura universal, reconociendo expresamente el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y a la muerte digna.

Copiamos textualmente (los subrayados son nuestros):

3.4 - Garantía del derecho a la salud y de un modelo de asistencia sanitaria público, de cobertura universal, equitativa y gratuita, con dotación presupuestaria prioritaria y sin exclusión alguna para las personas que viven en cualquiera de los países de la Unión Europea. Ese modelo será participado democráticamente por todos los miembros de la comunidad sanitaria.

Devolución al sector público de todos los centros y hospitales privatizados. Para ello se derogarán todas las leyes que permitieron esa privatización, y el RDL 16/2012 que cambió el modelo sanitario universal por otro de aseguramiento y resultó en la exclusión de diversos colectivos en razón de su situación administrativa, legal o laboral. Aumento de plantilla en la sanidad pública.

Prohibición explícita del copago sanitario y farmacéutico.

Implementación de un modelo sanitario financiado a través de impuestos directos, gestionado públicamente, con una organización democrática y una administración transparente y eficaz, y basado en la integración y la coordinación entre la Atención Primaria de Salud y la Atención Especializada, y entre los servicios de Salud Pública y los Servicios Sociales.

Contemplación del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo de forma segura, libre y gratuita, dentro de la red pública. Garantía del derecho a una muerte digna, sin el encarnizamiento terapéutico actual que sufren muchos pacientes, y del derecho a una salud mental orientada al sujeto que evite medicalizar e instrumentalizar el sufrimiento psíquico.

Retirada inmediata de las leyes o disposiciones que desposean o disminuyan de cualquier modo a los ciudadanos de la UE su legítimo derecho a la cobertura sanitaria en su país de origen, independientemente de la duración de su estancia fuera de éste o de su país de residencia permanente. Elaboración de un plan para promover la implantación de una cobertura sanitaria universal para todos los Ciudadanos de la UE en cualquiera de los países miembros, considerando la cobertura sanitaria como uno de sus derechos fundamentales.

La presentación del Programa Marco para las Elecciones Autonómicas del próximo 24 de mayo, las (auto)proclamadas 215 medidas para un proyecto de país, se ha hecho esperar casi hasta el inicio de la campaña electoral. Sin duda era uno de los acontecimientos más esperados del escenario político de los últimos meses.

Según algunos artículos editoriales, dentro de un envoltorio de radicalismo controlado se encuentra un programa que oscila entre el 15-M y la socialdemocracia, intercalando propuestas claramente populistas con planteamientos más institucionales, algunos de los cuales se pueden encontrar en los proyectos del PSOE e incluso de Ciudadanos.

Los modos, las frases, los eslóganes y la puesta en escena de su presentación fueron claramente asamblearios, en un mensaje a sus bases de que seguían siendo un movimiento ciudadano con una misión clara: cambiar el modelo político, social y económico en España, y ocupar el espacio y el poder que hasta ahora estaba en manos de las élites económicas, de la casta. Sin embargo, frente a una música claramente radical, la letra muestra mucha más prudencia que aquel primer proyecto presentado antes de las elecciones europeas hace un año.

Los enunciados políticos de este “nuevo” Programa electoral de Podemos muestran un mayor grado de pragmatismo, aunque se trate de una avalancha de propuestas sin priorizar ni cuantificar (a pesar de que se había anunciado una memoria económica sobre la viabilidad del programa).

El Programa habla en su Introducción de un “marco programático para un proyecto de país digno de su gente. Un proyecto de país decente, moderno, inteligente, consciente de nuestras fortalezas y nuestras necesidades; consciente de la complejidad del presente y seguro de la fuerza del futuro.”

Se autodenomina como un programa inteligente, realista, nuevo, y que aborda los problemas y las soluciones de manera integral. Establece para ello cuatro patas, los cuatro grandes ejes del Programa, que resumen como un programa ciudadano, de la ciudadanía y para la ciudadanía

      Plan de rescate ciudadano
      Empleo, innovación y nuevo modelo productivo
      Gobernar para la gente
      Instituciones para la democracia

En el eje Gobernar para la gente aparecen recogidas las propuestas sobre sanidad, que encontramos escasas (12 medidas del total de 215), algo deslavazadas o poco equilibradas, tal vez por la forma en que se ha llevado a cabo su elaboración (aunque sabemos que han intervenido expertos conocedores del sistema). En realidad ninguna de ellas arroja novedades con respecto al discurso previo de Podemos y supone un cierto y decepcionante deja vu.

Sorprende que la propuesta más extensa se dedique a la industria farmacéutica, planteando la creación de Comisiones de Farmacia integradas por los representantes de las comisiones de farmacia hospitalarias con objeto de “mejorar la seguridad, la calidad y el coste de los medicamentos”. Una medida que algunas comunidades autónomas ya han desarrollado y puesto en marcha. Añaden además que impulsarán “la fabricación de medicamentos genéricos que sean beneficiosos para los enfermos que tienen que afrontar tratamientos costosos (como la hepatitis C)”, es decir, la liberalización de patentes, algo que la ley no permite a las CCAA. Curiosamente no se refieren en ningún momento a la supresión del copago sanitario o farmacéutico.


El programa contempla la recuperación de todos los centros y servicios sanitarios que hayan sido privatizados. Se comprometen también a retirar los planes autonómicos de medidas de garantía de la sostenibilidad del sistema sanitario que impliquen privatizaciones, promoviendo la recuperación inmediata de los servicios externalizados, como lavanderías centrales, servicios de mantenimiento o las donaciones de sangre; así como fomentar la derogación de la ley 15/97 de nuevas formas de gestión de la sanidad.

Con respecto a los profesionales sanitarios, solo se mencionan en una extraña propuesta sobre formación en habilidades interculturales: “…se les dotará de capacitación en competencia intercultural y concepciones ideológicas relacionadas con la salud, la prevención, los cuidados y tratamientos del cuerpo, así como la idea de intimidad propia de otras culturas, desde una perspectiva socioantropológica” (sic).

En otros puntos Podemos se compromete a impulsar la Atención Primaria, reducir las listas de espera, facilitar el acceso de las mujeres a información sobre las patologías que les afectan de manera diferencial, garantizar la IVE en el sistema público, el acceso a métodos anticonceptivos, establecer el derecho a la muerte digna y dotación presupuestaria para prevenir el VIH y tratar a las personas con esta infección.

Estas son las propuestas copiadas íntegramente:

Apostamos por la salud en todas las políticas públicas para garantizar unas condiciones de vida aceptables con objeto de disminuir la desigualdad que pro­ducen los determinantes sociales. Para ello, se desarrollarán los dispositivos de salud pública suficientes.

93.  Pondremos en marcha un Plan de Reversión al Sistema Público de Salud de los Centros y Servicios privatizados, y llevaremos a cabo un control exhaustivo del cumplimiento de los contratos, las penalizacio­nes y los beneficios de las concesionarias.

94.  Retiraremos los planes autonómicos de medidas de garantía de la sostenibilidad del sistema sanitario que impliquen privatizaciones. Promoveremos la recuperación inmediata de los servicios externali­zados, como la lavandería central, el mantenimiento, las donaciones de sangre, etcétera. Denunciaremos todos los casos de corrupción y «puertas giratorias» relacionados con la gestión privada de los servi­cios públicos.
95.  Fomentaremos y reclamaremos, desde las comunidades autónomas, la derogación de la Ley 15/97, así como de aquellas otras que han permitido la privatización de estos servicios.
96.  Dedicaremos un esfuerzo especial a potenciar una atención primaria que incorpore la coordinación e integración de los diversos niveles de asistencia sociosanitaria. Desarrollaremos la atención sociocomu­nitaria en el área de la salud mental.
97.  Reduciremos las listas de espera. Se dotará al sistema público de sa­lud de los recursos necesarios para atender las intervenciones quirúr­gicas de urgencia, sin que haya una derivación a la sanidad privada.
98.  Crearemos una Comisión de Farmacia, integrada por representantes de las comisiones de farmacia de los hospitales y que trabaje en es­trecha colaboración con las agencias evaluadoras. Tendrá por objeti­vo mejorar la seguridad, la calidad y el coste de los medicamentos en los hospitales. Se unificarán los criterios de las comisiones de far­macia de cada hospital para establecer buenas prácticas, favorecer las economías de escala y mejorar los procedimientos de selección y compra centralizada de medicamentos. Impulsaremos la fabricación de medicamentos genéricos que sean beneficiosos para los enfer­mos que tienen que afrontar tratamientos costosos (como la hepa­titis C) y estableceremos líneas de cooperación con otros países y continentes, especialmente con África y América Latina.
99.  Se dotará a los profesionales del sistema público de salud de ca­pacitación en competencia intercultural y concepciones ideológicas relacionadas con la salud, la prevención, los cuidados y tratamientos del cuerpo, así como la idea de intimidad propia de otras culturas, desde una perspectiva socioantropológica.
100.   Promoveremos el acceso de las mujeres a información sobre las patologías que les afectan de manera diferencial. Podrán disfrutar de una atención especializada y se formará a los profesionales sanitarios para combatir los estereotipos. Se fomentará la detección precoz del cáncer de mama y ginecológico con cobertura universal.
101. Estableceremos el derecho a una muerte digna, mediante la elabora­ción y ejecución de un Plan de Cuidados Paliativos que reconozca y aborde el derecho a morir sin dolor, con dignidad y evitando el encar­nizamiento terapéutico. Este plan potenciará la voluntad y autonomía del paciente. En el marco del respeto y la defensa de las personas en su derecho a decidir qué asistencia sanitaria quieren recibir en el mo­mento próximo a la muerte, se exigirá un registro de últimas volunta­des, vinculante, que será respetado por los profesionales sanitarios y constará en la historia clínica del paciente.
102.  Se efectuará la dotación presupuestaria suficiente para la preven­ción del VIH y la atención integral a las personas que viven con VIH. También se concederán ayudas públicas a las asociaciones con tales fines.
147. Garantizaremos la cobertura de la interrupción voluntaria del emba­razo por el sistema público de salud.
148.  Pondremos los medios necesarios para garantizar el acceso de to­das las mujeres a todos los métodos anticonceptivos: preservativos, diafragma, DIU y anticonceptivos de última generación. Asimismo, garantizaremos el abastecimiento de la píldora contraceptiva de emergencia en todos los centros de atención primaria y urgencias

A nuestro juicio, resultan más interesantes y sugerentes las medidas sobre dependencia que incluye el Programa. Se propone incluir las ayudas a las personas dependientes en los Procedimientos de Emergencia Ciudadana (PEC), estableciendo un plazo máximo de tres meses a las comunidades autónomas para que las personas dependientes ya valoradas y con reconocimiento de algún grado de dependencia, tengan su Plan Individualizado de Atención (PIA).

En un apartado que denomina ‘rescate a personas dependientes’, señala que “se garantizará la movilidad para la diversidad y la accesibilidad en las infraestructuras, el urbanismo, la edificación y el transporte”. Todos los medios de transporte público, sus terminales y el entorno inmediato a las paradas deben ser realmente accesibles, para lo que incluirán medidas específicas que garanticen el acceso de las personas con diversidad funcional o discapacidad, siguiendo los principios y tendencias más innovadoras: rampas, señalización, pictogramas, señales acústicas, control de sobreestimulación ambiental, espacios comprensibles, etc.

Además, afirma que “habrá una dotación de recursos presupuestarios para reactivar la aplicación de la Ley de Dependencia, y poder garantizar así la prestación profesional de cuidados a personas mayores, enfermas o con algún tipo de diversidad funcional”. Propone también fomentar la formación de las cuidadoras (sic) y crear centros de día y residencias para la prestación de cuidados a personas mayores, enfermas o con algún tipo de diversidad funcional.
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Hasta aquí las propuestas sociosanitarias que incluye el Programa Marco de Podemos…
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