Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta Castilla-La Mancha. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Castilla-La Mancha. Mostrar todas las entradas

sábado, 26 de junio de 2021

Vulnerant Omnes Ultima Necat

       Cuadrante de sol en Lucca (Italia). Foto: Lucio Maria Morra.

«En estos ámbitos, todo orden no es sino un estado de inestabilidad sobre el abismo.»

Walter Benjamin

«La ética no es estática; avanza mientras la vida avanza… La verdadera prueba de nuestra moralidad no está en la rigidez con la que cumplimos lo correcto, sino en la lealtad hacia la vida que crea y construye lo correcto.»

Mary Parker Follet

«Cada época tiene sus retos, a los que hace frente como puede. Según parece la nuestra tiene el singular destino, sin embargo, de encontrarse ante retos de magnitud y gravedad insólitas, como corresponde, tal vez, a su gigantismo y al proceso mismo de mundialización de horizontes, perspectivas y conflictos con el que como tal época se confunde.»

 Jacobo Muñoz

«El médico debe recordar que él mismo no está exento de la suerte común, sino que está sujeto a las mismas leyes de mortalidad y de enfermedad que los demás, y se ocupará de los enfermos con más diligencia y cariño si recuerda que él mismo es su sufriente compañero.»

Thomas Sydenham

«Solo yo entiendo lo lejos que está el cielo de nosotros; pero conozco cómo acortar las veredas. Todo consiste en morir, Dios mediante, cuando uno quiera y no cuando Él lo disponga. O si tú quieres, forzarlo a disponer antes de tiempo.»

Juan Rulfo

Paradójicamente, en esta época de incertidumbre, la fragilidad y el deterioro de cuanto nos rodea y nuestra propia vulnerabilidad son las únicas certezas de las que podemos estar realmente seguros: vulnerant omnes ultima necat, todas hieren, la última mata, decía el adagio latino que se colocaba en los cuadrantes solares y en los relojes de algunas iglesias. La vulnerabilidad supone que somos seres afectables, heribles y sensibles.

Mientras escribo estas líneas, España se convierte en el séptimo país del mundo en el que entra en vigor una ley que regula la eutanasia, el cuarto en Europa. El resto son Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda, cuya ley está previsto que entre en vigor en noviembre. Otro grupo de países –Suiza, varios estados en Estados Unidos y dos estados de Australia– permiten el suicidio asistido, es decir, que una persona termine con su vida con la asistencia de un médico, que le proporciona los medios necesarios. En la eutanasia es el médico el que realiza la acción, poniendo fin a la vida de una persona a petición de esta. La ley española contempla ambos supuestos.

Como era de prever, a pesar del amplio respaldo popular a la ley según todas las encuestas y estudios de opinión existentes, y siendo aprobada en el Congreso por una amplia mayoría de 202 votos a favor frente a 141 en contra, (solo PP y Vox han sido las dos fuerzas políticas que se han opuesto a la norma, anunciando hasta un recurso de inconstitucionalidad), se han dejado oír algunas voces de los sectores más conservadores y retardatarios de la sociedad. Pero contra hechos no valen razones, y a pesar del ruido mediático de la jauría (dicho sea sin acritud, por aquello del apócrifo «ladran Sancho, señal de que cabalgamos») desde algunos foros y púlpitos diversos, el barómetro del CIS de enero de 2021 señalaba que un total del 72,3% de las personas encuestadas manifestaban estar totalmente de acuerdo o de acuerdo con la eutanasia.

Hace algo más de un año, antes de la aprobación de la ley, cuatro presidentes de otros tantos Colegios de Médicos firmaban una tribuna de opinión en el diario El País, en la que explicaban los resultados de la Encuesta sobre la eutanasia auspiciada por el Colegio de Médicos de Bizkaia (ver aquí) y secundada por los de Las Palmas (ver aquí), Madrid (ver aquí) y Tarragona (ver aquí), mostrando que la mayoría de los médicos está a favor de la regulación de la eutanasia si se respeta su objeción de conciencia, siendo minoría los que piensan ejercerla. Hay que recordar que, aunque el Código Deontológico de los médicos españoles les prohíbe participar en prácticas eutanásicas, se encuentra en plena revisión (la última versión es de 2011) y ha despertado sensibilidades encontradas.

Iniciativas tales como Médicos por la Eutanasia (marzo, 2021) o el Manifiesto de Juristas por la Eutanasia (noviembre, 2020) promovidas e impulsadas desde la asociación Derecho a Morir Dignamente (dmd) han encontrado un amplio eco, demostrando que hay abundante evidencia de que el respaldo social y profesional a la despenalización de la eutanasia es mayoritario, de que los mejores cuidados paliativos no pueden evitar el sufrimiento constante e intolerable (sea este físico o psíquico) en todos los casos y de que la ayuda médica a morir se puede regular con suficientes garantías.

En general, el carácter y tipo de argumentos de quienes se oponen a la ley, pueden resumirse en cinco puntos:

1. Argumentos religiosos o confesionales. Teóricamente son los de mayor peso específico, pero no los que se manifiestan habitualmente. Sólo los líderes espirituales o religiosos exponen este argumento sin ambages. Sin embargo, en un Estado no confesional las creencias pertenecen al ámbito personal y no se pueden generalizar. Su oposición deriva de una idea: la vida tiene un valor absoluto porque la otorga un ser superior y sólo él la puede quitar...

2. Existencia previa de cuidados paliativos de excelencia. Este es uno de los (falsos) argumentos más frecuentes. Sus defensores proponen no regular la eutanasia hasta que toda la ciudadanía tenga acceso a unos cuidados paliativos de excelencia (como si los cuidados paliativos y la eutanasia fueran acciones competitivas). Con respecto a la ley han llegado a afirmar que es “empezar la casa por el tejado” (sic).

3. El respeto al juramento hipocrático. Hace unos 2.500 años, Hipócrates de Cos, considerado padre de la Medicina occidental, estableció (supuestamente) los principios de la ética médica. Sin embargo, en su adaptación al desarrollo social y científico, sus reglas han ido evolucionando y han sufrido modificaciones que se plasman a partir de la Declaración de Ginebra de 1948 de Asociación Médica Mundial, revisada después en otras fórmulas más actuales. La declaración inicial de Hipócrates establecía: “No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos…” Esta afirmación tan tajante se ha actualizado en versiones posteriores, que obligan tanto al respeto a la vida humana como a las decisiones personales. [Una de las más reconocidas y utilizada actualmente, sobre todo en países anglosajones, es la versión redactada en 1964 por el Dr. Louis Lasagna, Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts que, entre otras sentencias dice textualmente:

«Aplicaré todas las medidas necesarias para el beneficio del enfermo, buscando el equilibrio entre las trampas del sobretratamiento y del nihilismo terapéutico.»

«Recordaré que la medicina no sólo es ciencia, sino también arte, y que la calidez humana, la compasión y la comprensión pueden ser más valiosas que el bisturí del cirujano o el medicamento del químico.»]

4. Pacientes con fragilidad emocional. Otra de las discrepancias que se argumentan es que las personas que solicitan la prestación de la ayuda para morir son muy frágiles y pueden estar o sentirse coaccionados en su decisión. Pero no explican que las leyes al respecto (también la ley española) son muy garantistas. Las personas que lo requieran han de solicitar la eutanasia en más de una ocasión y tras un minucioso proceso deliberativo con su médico responsable; el proceso es revisado por otro médico ajeno (médico consultor) y una comisión institucional en cada comunidad autónoma (Comisión de Garantía y Evaluación). Con tales controles cabe pensar que la solicitud de eutanasia por coacción sería más que anecdótica.

5. La teoría de la pendiente resbaladiza. Con este razonamiento se quiere dar a entender que existe un peligro de banalización de la eutanasia. Es una ficción que, en lo alto de una pendiente de superficie engrasada, sitúa una acción bondadosa que, poco a poco, deriva en situaciones sutilmente diferentes hasta desembocar, al final de la pendiente, en una decisión execrable. Obviamente, esta teoría no deja de ser una falacia para incautos, que manipula dos teorías básicas de la argumentación: la argumentación por analogía y la argumentación metafórica, recogidas y establecidas en 2004 por Van Eemeren y Grootendorst en su obra A Systematic Theory of Argumentation. Como muestra de esta posible banalización, son típicos y recurrentes los ejemplos de casos de un hombre que solicitó la eutanasia porque no podía soportar su fealdad (!!) y el de una viuda que no superaba la pérdida de su esposo (más !!). Pretender comparar o poner en pie de igualdad estos casos frente a pacientes con enfermedades devastadoras son falsas analogías. Por tanto, se argumenta que, de forma preventiva, sería mejor no regular la eutanasia. Este lamentable paternalismo bienintencionado conlleva y demuestra una insoportable condescendencia y supone la evidente infantilización de una ciudadanía libre, adulta y responsable que, desde este perspectiva, parece que ha de estar permanentemente tutelada y sometida a los oportunos controles y a la fiscalización previa que impidan que la gente se desmande, no vaya a ser que…  

Por otro lado, los últimos datos publicados en otros países revelan algunas cuestiones interesantes: en 2019 se produjeron en Holanda 6.361 muertes por suicidio asistido (el 4,1% del total), mientras que en Canadá, donde la ley es más reciente, se practicaron 5.631 eutanasias (un 2%). En ambos países y Bélgica, la mayor parte de pacientes que lo solicitan son enfermos de cáncer incurable: del 64% de Bélgica y Holanda al 67% de Canadá. En este último le siguen las enfermedades respiratorias (10,8%), neurológicas (10,4%) y cardiovasculares (10,1%). A partir de las cifras de otros países, en los que suponen del 1% al 4% de todos los fallecimientos, la asociación dmd calcula que las solicitudes de eutanasia en España estarán alrededor de 4.200 casos al año.

Conviene citar aquí a algunos sedicentes responsables que, pese a todo, gozan en algunos ámbitos de cierto predicamento sobre estos temas. Cabe destacan sobre todo al Comité de Bioética de España, “órgano colegiado, independiente y de carácter consultivo, que desarrollará sus funciones, con plena transparencia, sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas y sociales de la Biomedicina y Ciencias de la Salud", cuya labor de zapa y oposición a la ley a través de sus dictámenes e informes ha sido digna de encomio. (Algo tanto más reseñable cuanto que la mayor parte de sus miembros tienen finalizado su mandato en ese órgano).

Escudándose en una supuesta “mirada compasiva” hacia las personas que pudieran solicitar la prestación de la ayuda para morir, en octubre de 2020, motu proprio y sin solicitud previa, en pleno proceso de discusión y tramitación parlamentaria de la ley de regulación de la eutanasia, emitió un voluminoso informe de 74 páginas (!) con unas conclusiones que solo cabe calificar de claramente ideologizadas, tendenciosas, sectarias e interesadas. Baste aquí la transcripción de un par de párrafos de ese informe:

«…la eutanasia y/o auxilio al suicidio no son signos de progreso sino un retroceso de la civilización, ya que en un contexto en que el valor de la vida humana con frecuencia se condiciona a criterios de utilidad social, interés económico, responsabilidades familiares y cargas o gasto público, la legalización de la muerte temprana agregaría un nuevo conjunto de problemas.»

(…)

«Lo dicho, además, cobra aún más sentido tras los terribles acontecimientos que hemos vivido pocos meses atrás, cuando miles de nuestros mayores han fallecido en circunstancias muy alejadas de lo que no solo es una vida digna, sino también de una muerte mínimamente digna. Responder con la eutanasia a la “deuda” que nuestra sociedad ha contraído con nuestros mayores tras tales acontecimientos no parece el auténtico camino al que nos llama una ética del cuidado, de la responsabilidad y la reciprocidad y solidaridad intergeneracional.»

En fin, ¿a qué viene esa alusión a las personas mayores? ¿De dónde surge esa burda suposición y por qué se vincula la ley a este determinado grupo de edad?

Coinciden sin duda en este extremismo radical con las inicuas y odiosas declaraciones del actual Presidente del ICOMEM quien ha llegado a afirmar: «La pandemia hubiera sido “más grave” si la ley de eutanasia estuviera en vigor.» O más aún: «La nueva ley de eutanasia obliga a los médicos a matar a los pacientes Unas manifestaciones deleznables cuyo único reproche por parte del anterior Presidente de la Organización Médica Colegial fue decir que había sido solo un comentario desafortunado”. 

Afortunadamente, tal vez no todo esté perdido. Sobre el mismo asunto dejaremos constancia aquí de otras opiniones muy relevantes, igualmente autorizadas, aunque en las antípodas de las posiciones tan extremosas y fundamentalistas del Comité de Bioética de España. Véanse al respecto el Informe de posicionamiento ético y valorativo acerca de la posible despenalización y regulación de la eutanasia y el suicidio médicamente asistido, de la Comisión Sociosanitaria de Comités de Ética de Euskadi, emitido el 9 de diciembre de 2020.

El otro documento recoge las Reflexiones, consideraciones y propuestas de la Asociación de Bioética Fundamental y Clínica (ABFyC) en torno a la regulación de la ayuda médica para morir, elaborado en marzo de 2021, poco antes de la publicación de la ley 3/2021 de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia.

En estos días se terminan de constituir las Comisiones de Garantía y Evaluación previstas en el artículo 17 de la Ley (ver aquí la composición de la de Castilla-La Mancha, así como sus integrantes). 

Como bien señalaba hace dos días el comentario editorial del diario El País: «Para que  la ley inicie su recorrido sin sobresaltos es crucial desplegar una intensa labor de explicación y divulgación. (…) No hay que olvidar el previsible boicoteo de sectores vinculados a la Iglesia católica, cuya Conferencia Episcopal ya ha anunciado su intención de que los hospitales y residencias de ancianos bajo su autoridad puedan declararse “zonas libres de eutanasia(sic). Al respecto, muchas voces destacan la evidente contradicción y la hipocresía de estos conspicuos representantes de la jerarquía eclesiástica: hace ya muchos años que hubiera sido deseable la misma urgencia y celeridad para declarar y establecer también como “zonas libres de pederastia” muchos de sus centros.

lunes, 15 de mayo de 2017

Ceremonias

                      Hipócrates y Galeno. Cripta de la catedral de Agnani

«Cuanto más se vacía de existencias la almoneda de esta gran liquidación más tardan en venderse aquellas últimas, desportilladas baratijas, casi invisibles en la sombra polvorienta de lo más hondo de los anaqueles.»
(Figura de esperanza) Rafael Sánchez Ferlosio
Campo de retamas

El desempeño de un cargo(a) institucional o político conlleva con frecuencia la obligación, inexcusable en ocasiones, de asistir a determinados y variopintos actos formales de toda clase y condición. Inauguraciones, clausuras o intervenciones en eventos profesionales o protocolarios diversos, no siempre tan divertidos o brillantes como inicialmente prometen, -todo hay que decirlo-, sino más bien tediosos, por vulgares o repetitivos, largos en exceso, repletos de autoridades de todo tipo que pronuncian discursos inconvenientes o inapropiados, extravagantes personajes y gentes de variado pelaje que –eso sí- añaden una nota de color y distracción al acto propiamente dicho. En todo caso siempre instructivos en la medida en que contribuyen a que uno entrene sus dotes de observación, desarrolle su empatía, ponga en práctica sus habilidades sociales, su capacidad de comunicación y se dedique a contemplar el país, el paisaje y el paisanaje, como dijera don Miguel de Unamuno…

Sin embargo, coincidiendo precisamente con el Día Internacional de la Enfermería, el pasado 12 de mayo tuve la fortuna de participar en el Acto Académico de Graduación de la 2ª Promoción de la Facultad de Medicina de Ciudad Real, que fue una de esas hermosas excepciones que justifican y compensan con creces otras ocasiones menos agradables.

Acompañadas de sus familiares y del profesorado de la Facultad, cincuenta y cinco nuevas graduadas y graduados de Medicina terminaban felizmente sus estudios y recibían sus becas en el Paraninfo de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha.
  
Personalmente, me resultó especialmente emotivo el momento en que pronunciaron el Juramento hipocrático, con la fórmula actualizada que llevó a cabo la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial (Ginebra, 1948), revisada posteriormente en Sydney 1968:

·    En el momento de ser admitido/a entre los miembros de la profesión médica, me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad.

·         Mostraré a mis maestros/as el respeto, gratitud y reconocimiento que merecen.

·         Ejerceré mi profesión con dignidad y conciencia; la salud y la vida de la persona enferma serán mi principal preocupación.

·     Respetaré y guardaré los secretos que me hayan sido confiados, aun después de fallecido mi paciente.

·         Mantendré por todos los medios a mi alcance el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica; considerando como hermanos/as a mis colegas.

·       No permitiré que consideraciones de credo religioso, nacionalidad, raza, sexo, orientación sexual, partido político o posición social se interpongan entre mis deberes profesionales y mi paciente.

·         Tendré el máximo respeto por la vida humana.

·    No admitiré, aun bajo amenaza, emplear mis conocimientos médicos para contravenir los derechos humanos.

·         Hago este juramento solemne y libremente, bajo mi palabra de honor.

Y, por supuesto, hubo también ocasión para unas (inusual y agradecidamente breves) intervenciones de las autoridades presentes en el acto: Delegado del Rector Decano de la Facultad, Directora General de Universidades, Investigación e Innovación, y yo mismo, en representación de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha.

Lógicamente mis breves palabras fueron de enhorabuena y de ánimo a las nuevas graduadas y graduados para perseverar en su formación y especialización, recordándoles de paso la puesta en práctica de algunos principios:

«Como acaban de manifestar en el Juramento hipocrático que han pronunciado, recuerden siempre que están ustedes al servicio de las personas.»

«Tengan siempre presentes cuáles son los fines de la Medicina, tal y como fueron reformulados hace poco más de veinte años en el Informe Hastings (1996):

-       La prevención de las enfermedades y lesiones y la promoción y conservación de la salud.
-       El alivio del dolor y el sufrimiento causados por las enfermedades.
-       La atención y curación de los enfermos y los cuidados a los incurables.
-       La evitación de la muerte innecesariamente prematura y sanitariamente evitable y la búsqueda de una muerte tranquila.»

«Analicen, evalúen y eviten siempre aquellas técnicas y procedimientos que pudieran considerarse inapropiados, (como anticipó ya en 1984 el profesor Bryan Jennett en un conocido artículo del BMJ, refiriéndose a los cuidados intensivos: Inappropriate use of Intensive Care. BMJ, 289 (1984), pp. 1709-1711). Inapropiados significa ineficaces o inefectivos y, por lo tanto, innecesarios, es decir cuando el objetivo deseado se pueda obtener con medios más sencillos; inútiles, porque el paciente esté en una situación demasiado avanzada para responder al tratamiento; inseguros, porque sus complicaciones sobrepasen el probable beneficio; inclementes, porque la calidad de vida ofrecida no sea lo suficientemente buena como para justificar la intervención; y, finalmente, si son insensatos, porque consuman recursos de otras actividades que podrían ser más beneficiosas.»

«Procuren ser siempre profesionales que pongan en práctica una medicina armónica, juiciosa, sensata, ponderada y prudente, basándose en los principios de la bioética, que sin duda conocen: Respeto a la autonomía, No-maleficencia, Beneficencia y Justicia.»

«Les deseo toda la suerte del mundo en su carrera profesional y aspiren no sólo a ser unos buenos profesionales, sino también (y sobre todo) unos profesionales buenos

Y con el canto del himno Gaudeamus Igitur por la Coral de la Universidad, finalizó esta entrañable ceremonia que, a buen seguro, sus protagonistas principales recordarán el resto de su vida...

jueves, 18 de agosto de 2016

¿Caos o cinismo sanitario?

  Foto: En una puerta de Dinan (Bretaña) 
«Nadie está libre de decir necedades. Lo malo es decirlas con aplicación.»
Michel de Montaigne. Essais. Livre III, Cap.I

Asistimos desde hace unos meses a un insólito, grotesco, irónico, paradójico, esperpéntico e incluso extravagante espectáculo. Ciertamente es difícil encontrar un único adjetivo que resulte adecuado para describir mejor o con mayor precisión el comportamiento y la actitud para referirse a la situación de la sanidad y de la asistencia sanitaria en Castilla-La Mancha por parte de algunos conspicuos responsables políticos del partido que ocupó el gobierno de la región durante la anterior legislatura. Empeñados en dar la espalda a la realidad y en negar la evidencia, (producto sin duda de su mala conciencia), instalados en el oportunismo y la manipulación, cuando no en la inconsistencia y la mentira, resulta como mínimo asombroso, por no decir incongruente e hipócrita, oírles hablar continuamente de caos sanitario, -su expresión favorita-. Ello delata el subconsciente de quienes durante cuatro años propiciaron y facilitaron el racionamiento y los recortes injustificados, el desmantelamiento sistemático del sistema sanitario público, los despidos de personal, la descapitalización de los hospitales, la paralización de las inversiones, las derivaciones injustificadas al sector privado, la opacidad y la falta de transparencia.

Decía Jonathan Swift, sagaz conocedor de la condición humana, que “algunas personas son más cautas en ocultar su sabiduría que su torpeza”, y en verdad que muchos parecen entusiasmados en airear y hacer públicas sus carencias. Mediante una estúpida monserga concertada se dedican a repetir burdas consignas propias de una estrategia trasnochada, a través de una inmisericorde cantinela de soniquetes, mantras y muletillas, inventando cifras o falseando datos, poniendo en duda, renegando e incluso lamentando cualquier avance y mejora que se produce en los servicios sanitarios.

Veamos, en orden cronológico, algunos ejemplos muy evidentes con distintos protagonistas y en distintas fechas, de esta constante manipulación y (ab)uso de la sanidad como arma arrojadiza, que demuestran bien a las claras el empleo orquestado del mismo argumentario:

Desde luego hace falta tener mucha caradura o desfachatez para afirmar sin ruborizarse cosas como la siguiente:

Indudablemente todo atropello parece justificable cuando se demuestra la falta de escrúpulos. Aunque no se entienda nada de nada, se puede barbotear con lógica sobre cualquier cosa, lanzándose sin el menor pudor a las más precipitadas generalizaciones, alcanzando su apoteosis sublime en meditaciones sin contenido: 


Otros solicitan, de manera solemne y con gran desfachatez, lo que en su momento no se atrevieron a pedir a los anteriores gobernantes de su mismo partido:

En algún caso la exageración –por desmesurada- puede llegar a bordear el ridículo:

Aquellos que ocultaban datos y no publicaban ninguna información sobre la situación de las listas de espera sanitarias se permiten el lujo de afirmar gratuitamente que "el desastre y caos sanitario" desde que gobierna el socialista Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha "es cada vez más grave", acusando al Gobierno de "maquillar" los datos sobre listas de espera y de "engañar" a los ciudadanos.

Obviamente, cuando se ha perdido, o nunca se ha tenido, el mínimo pudor, se puede llegar aún más lejos. A la ignominia se le puede añadir todavía el insulto (como si ello viniese a suplir o compensar la falta de talento):
PP denuncia la política de 'despilfarro' de Page junto al 'caos sanitario permanente.' (20-7-2016).

Sobre esta deleznable concepción e idea de la política, recordaba recientemente un profesor de ciencias políticas que algunos sólo saben incurrir en provocaciones y exageraciones absurdas utilizando el insulto y la mentira como arma y estrategia, como si los políticos que más mienten fueran los que parecen más auténticos, siguiendo el viejo adagio de que «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad» (vid. Mentiras auténticas). 

¿Acaso toman por tontos a los ciudadanos? ¿Creen que la gente no se da cuenta de lo artificioso e impostado que resulta esta excesiva e histriónica sobreactuación?

En el caso que venimos comentando parece indudable que nuestros ínclitos protagonistas han tenido que descubrir (tarde pero con prisas, como decía aquel) que la sanidad es un asunto importante que preocupa bastante a los ciudadanos, y que no lo debieron hacer muy bien, tal y como ponía de manifiesto el barómetro postelectoral del CIS de mayo-junio de 2015:

¿Cómo calificaría Ud. la labor que ha llevado a cabo durante los últimos cuatro años la Junta de Castilla-La Mancha en cada uno de los siguientes temas: muy buena, buena, regular, mala o muy mala?

Como se ve, el porcentaje de castellanomanchegos que calificaban entonces esa labor como mala y muy mala en sanidad era de un 57% y tan sólo un 16.9% de los encuestados la consideraban como buena o muy buena.

 Y además, sigue siendo un tema relevante, ya que aparecía citado expresamente como el segundo en importancia que debería preocupar al gobierno:

Entre los temas siguientes, ¿cuál cree Ud. que debería ser el más importante para el nuevo Gobierno de Castilla-La Mancha? ¿Y en segundo lugar?

En fin, sólo a modo de recomendación, no sería malo atender a las sabias enseñanzas de Michel de Montaigne, a quien citábamos al comienzo de estas líneas:

«En verdad, el mentir es un vicio maldito. Sólo somos hombres y sólo creemos los unos en los otros por la palabra. Si conociésemos el horror y el peso de la mentira, la perseguiríamos hasta la hoguera con más justicia que a otros crímenes.»

Dicho queda.

domingo, 17 de abril de 2016

Recordando los Derechos de los Pacientes


   Christina’s World, de  Andrew Wyeth
[Pintado en 1948, este cuadro es probablemente el lienzo más famoso de su autor. La joven que aparece en el cuadro es Christina Olsen, la vecina de artista en Maine –aunque el modelo era realmente su mujer. Christina había padecido poliomielitis de joven y la enfermedad le había provocado la pérdida de su capacidad de caminar. Poco amante de la silla de ruedas, era habitual que saliese arrastrándose por el campo para sentirse un poco más libre; su mundo era realmente pequeño: sólo los pocos metros que podía alejarse de la casa de su familia, que aparece en el horizonte, al fondo de la composición.]

A pesar de las (grandes) diferencias existentes entre los distintos sistemas sanitarios de los países de la Unión Europea, la Red Ciudadanía Activa (Active Citizen Network), junto a un importante grupo de organizaciones europeas de ciudadanos, propuso en noviembre de 2002 la denominada “Carta Europea de los Derechos de los Pacientes”donde se recogían un conjunto de derechos que en su mayor parte se han ido incorporando con posterioridad en la legislación y normativa específica de los países miembros. Estos derechos están también relacionados con varias declaraciones internacionales y recomendaciones hechas públicas por la OMS y el Consejo de Europa. Incluyen estándares de organización y parámetros técnicos así como patrones y comportamientos profesionales. La Carta pretende reforzar el grado de protección de los derechos de los pacientes y ciudadanos en los diferentes contextos nacionales y constituir una herramienta para la armonización de los Sistemas Sanitarios europeos que favorezca los derechos de los pacientes y los ciudadanos.

En 2007 el Parlamento Europeo estableció la fecha del 18 de abril para conmemorar el Día Europeo de los Derechos de los Pacientescon el objetivo de garantizar la calidad y protección de los servicios y promover la participación institucional y comunitaria de la ciudadanía en la elaboración de políticas de salud, para conseguir una mayor implicación en la gestión y desarrollo de los Sistemas Sanitarios.

En España diferentes normativas han ido incorporando y recogiendo los derechos de los pacientes, desde la propia Ley General de Sanidad de 1986, pasando por la Ley de Autonomía del Paciente del año 2002 y la Ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud de 2003. 

En Castilla-La Mancha la Ley de Ordenación Sanitaria del año 2000 reconoce a los
ciudadanos y ciudadanas como titulares de derechos y deberes. Posteriormente, diferentes normas han ido incorporando a nuestro Sistema Sanitario público diferentes derechos hasta 2010 en que se aprueba la Ley sobre derechos y deberes en materia de salud de Castilla-La Mancha.

El Día Europeo que se conmemora este año en su décimo aniversario pone especial énfasis en la obligación y el cumplimiento de todos los derechos recogidos en la Carta Europeaderecho a medidas preventivas; derecho al acceso; derecho a la información; derecho al consentimiento informado; derecho a la libre elección; derecho a la privacidad y la confidencialidad; derecho al respeto del tiempo del paciente; derecho al cumplimiento de unos estándares de calidad; derecho a la seguridad; derecho a la innovación; derecho a evitar el sufrimiento y el dolor innecesarios; derecho a un tratamiento personalizado; derecho a reclamar y derecho a recibir compensación.

Desde todas las instituciones y administraciones sanitarias es necesario seguir insistiendo en la importancia y el alcance que supone el reconocimiento y respeto a (de) estos derechos, independientemente de las dificultades políticas y más allá de las limitaciones económicas o financieras existentes (y de las constantes llamadas y apelaciones a la sostenibilidad).

Sin embargo, hablar de derechos de los pacientes es hablar de humanización de la asistencia. En el contexto sanitario el concepto de humanización hace referencia al abordaje integral de la persona, donde interactúan las dimensiones biológica, psicológica, social y conductual. Humanizar la asistencia significa hacerla digna del ser humano y coherente, por tanto, con los valores que él siente como peculiares e inalienables.

Las personas que se enfrentan a una enfermedad y sus familiares son atendidas por profesionales competentes que tienen los conocimientos necesarios y la suficiente experiencia en el tratamiento de su patología, buscando siempre el bienestar físico, psíquico y social de los pacientes y la humanización de la asistencia sanitaria, es decir, teniendo siempre en cuenta que los medios no pueden suplantar el fin y de que la raíz de la relación asistencial es la atención, el respeto y la mirada atenta a la persona. No hacerlo así es sucumbir a la ‘corrosión’ de las relaciones clínico-asistenciales que deben ser siempre unas relaciones personales basadas en la confianza. (A veces se produce algún terrible ejemplo de ese ‘reverso tenebroso’, que es la deshumanización)…
Por ello, en este día resulta oportuno también manifestar el respaldo y apoyo a todos esos profesionales sanitarios que atienden de una manera integral a las personas afectadas por la enfermedad, para hacer posible el compromiso de establecer una alianza estratégica necesaria entre pacientes, profesionales y Administración sanitaria con la finalidad de conseguir unos servicios de calidad en los que se garanticen plenamente los derechos de los pacientes.



sábado, 26 de diciembre de 2015

La enfermedad de los legionarios

                                      Foto: Rashah McChesney
Exotismo: esa experiencia que agita el señuelo de la diferencia al tiempo que protege a sus practicantes de una implicación directa. (Graham Huggan)

No hay duda de que es una enfermedad de nombre exótico. Pareciera como si estuviésemos hablando de alguna de aquellas fabulosas novelas de aventuras de P.C.Wren sobre la legión extranjera francesa, en las que se exalta el valor del compañerismo, la amistad y la solidaridad,  (Beau Geste, Beau Sabreur, Beau Ideal...), adaptadas al cine en innumerables ocasiones. Pero la realidad es algo más seria...

En julio de 1976, en el transcurso de una convención de la Legión Americana que se desarrollaba en el Hotel Bellevue-Strafford’s de Filadelfia, se produjo un brote de neumonía bacteriana que afectó a 182 personas alojadas en el hotel, causando la muerte de 34 de ellas. La gran mayoría eran miembros de la convención de veteranos. La publicidad negativa asociada a lo que empezó a denominarse en los medios de comunicación como “enfermedad de loslegionarios”, hizo que el hotel se viera obligado a cerrar sus puertas en noviembre de 1976.

Pocos meses más tarde, en 1977, Joseph McDade descubrió una nueva bacteria que fue identificada como el organismo causal del brote. El microorganismo se desarrollaba en lugares calientes y húmedos, como el agua de las torres de refrigeración del aire acondicionado. En el brote del Bellevue-Stratford's el sistema del aire acondicionado diseminó la enfermedad por todo el hotel. La bacteria se denominó Legionella y legionelosis a la enfermedad  que provocaba.

Desde el punto de vista de la salud pública, la relevancia de la enfermedad viene dada por su frecuente presentación en forma de brotes epidémicos, tanto comunitarios como en centros hospitalarios, por su letalidad, (alrededor de un 5% a un 30% de las personas que  sufren la legionelosis fallecen), especialmente en personas de edad avanzada o con enfermedades subyacentes. También es importante su impacto en la economía, especialmente en las comunidades autónomas con turismo y la posibilidad de prevención mediante el control de las instalaciones que utilizan agua, tal y como se establece en la normativa legal (R.D.865/2003, de 4 de julio por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis).

Como en otras situaciones de alarma social y de ‘crisis sanitarias’, (ver: RAS Vol. 4. Núm. 3. Julio 2006 y RAS Vol. 4. Núm. 4. Octubre 2006) las epidemias de legionelosis suelen ser un foco importante de atención de los medios de comunicación por su frecuente vinculación con instalaciones concretas. No obstante, a veces la enfermedad aparece en forma de casos aislados, no asociados con ningún brote oficialmente reconocido. Las epidemias normalmente aparecen en el verano o a principios de otoño, pero los casos pueden suceder a lo largo de todo el año…

El pasado 11 de diciembre se detectó un brote de legionella en  Manzanares (Ciudad Real). En el momento de escribir estas líneas, y según los datos facilitados por la Dirección General de Salud Pública y Consumo de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, ha afectado a un total de 205 personas, de las que 46 han requerido hospitalización y, de ellas, seis se encuentran en estado grave. Han fallecido dos personas, de 84 y 73 años de edad respectivamente, que presentaban además otras patologías. A lo largo de estos días se han realizado distintas ruedas de prensa y se han elaborado varias notas de prensa por parte de las autoridades sanitarias para informar sobre la evolución del brote.
             Mapa de localización de casos de legionelosis en Manzanares (22 de diciembre de 2015)
Teniendo en cuenta el periodo de incubación (2 a 10 días) y los primeros casos diagnosticados, es bastante previsible que el número de afectados disminuya en los próximos días, ya que todos los posibles focos de infección quedaron sellaron entre el 12 y el 14 de diciembre para evitar contagios. El (excelente) trabajo llevado a cabo por los técnicos y epidemiólogos ha conducido a la hipótesis que baraja dos posibles focos como origen de la infección, una fuente ornamental y una torre de refrigeración en una empresa situada en el polígono industrial de la localidad.

Cabe señalar también que hasta el momento éste es el brote más importante que se ha producido en Castilla-La Mancha.

Y como siempre, la información es también la mejor arma para enfrentarse a una enfermedad de este tipo. En el caso de la legionella existen una serie de preguntas frecuentes.

Algunas páginas web de interés:

-       Página de la OMS sobre la legionelosis.
 -       Página del Ministerio de Sanidad (MSSSI) sobre la legionelosis.

 -       Página del Instituto de Salud Carlos III sobre la legionelosis.

-  Legionella.org es una organización no gubernamental cuya misión es facilitar información      actualizada y basada en la evidencia para clínicos, profesionales y público en general, con el único  objetivo de contribuir a la prevención y el tratamiento más adecuado de la enfermedad.
-   Página de la Dirección General de Salud Pública y Consumo de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha sobre vigilancia y control de la legionelosis.

Actualización (26-12-2015):
El 'departamento de sanidad' del partido político Podemos CLM ha publicado hoy mismo un comunicado de prensa en relación con el brote de legionella en Manzanares, que enlazamos en esta entrada...

Actualización (28-12-2015):
Desde el mismo Hospital de Manzanares el Consejero de Sanidad explica en rueda de prensa la situación actual del brote, número de afectados, cronología del mismo y actuaciones desarrolladas, agradeciendo el trabajo y la labor desempeñada por todos los técnicos y profesionales del área.


         El consejero de Sanidad actualiza datos sobre el brote de Legionella que afecta a Manzanares


domingo, 2 de agosto de 2015

Sobre esperas y demoras...


Espera: Acción y efecto de esperar.
(Tener esperanza de conseguir lo que se desea; creer que ha de suceder algo, especialmente si es favorable; permanecer en sitio adonde se cree que ha de ir alguien o en donde se presume que ha de ocurrir algo…).
Demora: Tardanza, dilación.

(DRAE, 22ª edición)
 Las expectativas de la mayoría de las personas en la acelerada y vertiginosa sociedad actual cuando actúan en su condición de clientes y usuarios, es decir a la hora de adquirir, demandar o solicitar determinados productos o servicios, presentan una serie de características:

1.   Inmediatez: El recurso más escaso es el tiempo. El cliente no quiere esperar, no quiere hacer colas. Es impaciente y quiere conseguir y obtener las cosas rápido y bien. La gente demanda una adecuada gestión del tiempo: inmediatez, agilidad y rapidez para resolver sus problemas.

2.    Individualización: Las personas quieren ser tratadas de forma diferente a los demás. Frente a la estandarización universal de los productos y servicios, se demanda la personalización y la exclusividad del trato individualizado, de lo fabricado “a medida”.

3. Utilidad/Eficacia: Los servicios y productos ofrecidos por las empresas y organizaciones deben responder a un objetivo principal: satisfacer las demandas de los usuarios. Si el recurso escaso es el tiempo, nada es tan importante como para perderlo. Si lo que ofrecen no merece la pena, no es útil o eficaz para los consumidores/usuarios, la razón de ser de la empresa/organización pierde su sentido.

4.    Comodidad/sencillez: El acceso a los servicios debe ser cómodo y resultar sencillo. La facilidad para conseguir lo que se demanda está directamente relacionada con el grado de satisfacción y con la calidad percibida. También la información que se facilita al consumidor o usuario de los servicios forma parte inseparable de esta valoración.

A las citadas, se añaden otras dimensiones como seguridad, privacidad, confianza, etc. directamente relacionadas con experiencias previas.

No es difícil reconocer y trasladar estas características al sector sanitario. De hecho, la mayoría de las quejas y reclamaciones que se presentan en este ámbito están relacionadas con el tiempo: listas de espera para recibir asistencia, retrasos en las citaciones, demoras (es decir, excesivo tiempo de espera -a juicio del reclamante- para recibir asistencia sanitaria, sea o no con carácter de urgencia), etc. En muchos casos, es indudable que estas situaciones aumentan el malestar, la sensación de inseguridad, la preocupación y la incertidumbre de los afectados...

Desde hace tiempo numerosos estudios y encuestas de satisfacción coinciden también al revelar la rapidez en el acceso a los cuidados como una de las dimensiones o características de la asistencia sanitaria más relevantes y que tienen más importancia para los pacientes y usuarios. (Véase por ejemplo: Is the NHS becoming more patient-centered?).

En su día, el conocido y prestigioso Informe Crossing the Quality Chasm (1991), identificó y estableció seis objetivos fundamentales para la atención sanitaria: que fuera segura, efectiva, centrada en el paciente, eficiente, equitativa y oportuna (puntual) en el sentido de que se prestara “a tiempo” (timely). De estos objetivos fundamentales la puntualidad es, de alguna manera, la que ha sido menos estudiada y comprendida. En términos generales: ¿Cómo podemos asegurar/garantizar una atención puntual u oportuna en los diversos dispositivos sanitarios? y ¿cuáles son las razones por las que en ocasiones la asistencia no se presta puntualmente?

Pues bien, en fecha reciente el Committee on Optimizing Scheduling in Health Care del IOM ha publicado el Informe Transforming Health Care Scheduling and Access. Getting to Now. Los autores del mismo, (entre los que se encuentra, por cierto, Peter Pronovost, reconocido promotor de la iniciativa/proyecto Bacteriemia zero) sostienen que, en muchos casos, la existencia de largos tiempos de espera para recibir asistencia (sea para diagnóstico o tratamiento), son una consecuencia de la forma “desarticulada” en que los sistemas sanitarios han evolucionado para adaptarse más a las necesidades y deseos de los médicos y de los gestores, en lugar de a los pacientes. El resultado es un sistema que despliega su recurso más valioso -personal altamente cualificado- de manera ineficiente, dando lugar a una inadecuada programación y a un desequilibrio innecesario entre la demanda y la oferta de citas. El estudio avala el uso de técnicas de ingeniería de sistemas (investigación operativa), nuevos enfoques de gestión y el incremento de la participación de pacientes y familiares, para que el sistema sanitario actual pueda avanzar y evolucionar hacia otro con un mayor enfoque en las preferencias de los pacientes, para prestar una atención sanitaria conveniente, eficaz y excelente sin necesidad de realizar costosas inversiones.

El Informe recoge algunos ejemplos e identifica las mejores prácticas para conseguir mejoras significativas en la accesibilidad y en los cambios a nivel de sistema, presenta recomendaciones de principios y prácticas para mejorar la accesibilidad promoviendo una programación eficiente. El estudio pretende ser una valiosa herramienta para que los profesionales progresen hacia la cultura del «¿Cómo podemos ayudarle hoy?», más comprometida y centrada en el paciente.

Un reciente artículo de JAMA hace también una reseña del informe.

Desde luego algo bastante alejado de la idea que al parecer tiene/tenía sobre el tema el director gerente del hospital de Guadalajara cuando no hace mucho, en uno de los frecuentes colapsos del servicio de urgencias del hospital, afirmaba sin rubor que Esperar siete horas en urgencias no es ni mucho ni poco (sic). Parece evidente que, antes de tomar el nombre de sir William Osler en vano, al citar sin venir a cuento la conocida frase: “no hay enfermedades sino enfermos”, no le vendría mal a este directivo echar un vistazo a este Informe y leer además un breve artículo publicado hace unos años en el NEJM por John Maa, un profesor de cirugía de la School of Medicine, University of California, San Francisco, donde explica el caso de la atención recibida por un familiar muy cercano en urgencias, y las consecuencias posteriores: The Waits That Matter (N Engl J Med 2011; 364:2279-2281June 16, 2011). Tal vez ello le haría comprender mejor la trascendencia que tienen determinados retrasos y ciertas esperas.

En este orden de cosas, precisamente con la finalidad de mejorar la (deteriorada) atención en las urgencias y la gestión de las camas hospitalarias en la Comunidad Autónoma, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado y puesto en marcha hace unos días el denominado Plan “Dignifica”.

Los (favorables) resultados no se han hecho esperar, según se explica en nota de prensa oficial
__________________________________________________________________

Estamos de aniversario. Se cumplen hoy cuatro años desde la primera entrada en este blog, en agosto de 2011, en que empezábamos nuestra andadura hablando del Regimen Sanitatis Salernitanum, del que toma su nombre. Aquí seguimos, más de 250 entradas después, aunque con algunos altibajos en la periodicidad o la frecuencia de publicación. Gracias a todos(as) por estar ahí…

Como regalo, un precioso tema del contrabajista y compositor israelí de jazz Avishai Cohen: «Remenbering». Grabado en el Forum, 28th Jazztage Leverkusen/ Germany, 4th November 2007. Avishai Cohen, bajo; Shai Maestro, piano; Mark Giuliana, batería.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...