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miércoles, 27 de mayo de 2015

Parecidos razonables

         AP Photo
Esta impresionante fotografía muestra a un grupo de esforzadas y valientes enfermeras limpiando los escombros y los restos de una de las salas del St. Peter Hospital, de Londres, tras un bombardeo de la aviación alemana en la noche del 19 de abril de 1941, en plena Guerra Mundial. Entre los edificios afectados por las bombas alemanas durante un ataque a gran escala en la capital británica se encontraban cuatro hospitales. (Ver World War II:Women at War). Ocurría pocos años antes de que se creara el NHS británico.

Han pasado casi ochenta años y en Castilla-La Mancha no hemos sufrido ningún bombardeo, pero la verdad es que algunas de las imágenes tienen un cierto aire de familia

Aunque parezca increíble, en los últimos diez meses se han derrumbado los techos de cuatro hospitales de esta región. Todo un símbolo.

El primero en desplomarse, en agosto de 2014, ocurrió en el Hospital de Puertollano (Ciudad Real), causando heridas leves a los dos enfermos ingresados en la habitación. Este es el tremendo y lamentable aspecto que presentaba:

         Hospital de Puertollano, habitación 231, 8 de agosto de 2014

Apenas unos meses más tarde, el 22 de febrero, el techo de la octava planta del Hospital Universitario de Guadalajara se venía abajo, y los propios trabajadores de mantenimiento del centro señalaban la responsabilidad de la gerencia, por reducir de forma peligrosa la plantilla del área.

    Imágenes del derrumbe de un falso techo en el hospital de Guadalajara

Como advierte el agorero refrán, “no hay dos sin tres”. Unos días más tarde, el martes 17 de marzo en la llamada “unidad de preingreso” de las urgencias del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, otro ‘falso techo’ se venía abajo. De forma casi milagrosa, en las urgencias hospitalarias, casi siempre saturadas, no había ningún enfermo en esos momentos.

       Unidad de ‘preingreso’ del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, tras el derrumbe

Aunque pueda parecer increíble, como fruto de un oscuro, azaroso e inescrutable designio, el suceso se repetía de nuevo una semana después, el 25 de marzo, cuando hacia las 5.30 h. de la mañana se desplomaba el techo del pasillo del Hospital de Albacete frente a la hab. 609. 

Para muchos, la explicación más plausible para este tipo de desastres repetidos no es la desgracia o la mala suerte, sino el resultado de los recortes y la disminución del presupuesto para mantenimiento de las infraestructuras sanitarias. De hecho, desde 2011 en Castilla-La Mancha los gastos de mantenimiento en sanidad se han venido recortando paulatinamente hasta suponer más de un 50%.

En todo caso, un espectáculo lamentable y bochornoso por el que -en cualquier país mínimamente serio- algún responsable del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) no solo tendría que haber dado las oportunas explicaciones, sino que probablemente le habría supuesto una fulminante destitución. Nada de eso ha ocurrido.

Mientras tanto, y a pesar de los recortes, parece que las cuentas no cuadran: Castilla-La Mancha presenta la mayor deuda de su historia (12.858 millones de euros, más del doble de la que había cuando accedió al poder el actual Gobierno regional), incumplió el objetivo de déficit establecido en 2014 y en enero pasado su cifra de déficit empeoró aún más.

En materia de sanidad el balance de la legislatura que ahora termina en Castilla-La Mancha no puede ser más dramático y doloroso: opacidad y falta de transparencia, privatización de servicios, obras e inversiones paralizadas, ajustes y recortes presupuestarios, supresión de plazas y reducción de plantillas, interminables listas de espera, derivación injustificada y arbitraria de pacientes a otras CCAA para intervenciones quirúrgicas, desinformación, falta de incentivos y maltrato profesional… 

Una gestión política bastante deplorable con un legado sanitario que necesariamente obligará a la reconstrucción de un Servicio de Salud que durante muchos años fue considerado modélico en el conjunto del SNS.

Veremos.

3 comentarios:

  1. Primero no dañar no es sólo un principio básico para los sanitarios, también lo es para los administradores. La conciencia de ser responsables nace de la comprensión de ese principio, en toda su extensión. No se puede sacar de donde no hay.

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    1. Cierto, Vicente: 'Primum non nocere'... Gracias, como siempre, por tu oportuno y atinado comentario. La verdad es que no se me ocurre mejor colofón para el desastre descrito un poco más arriba. Un abrazo.

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  2. "Aunque parezca increíble, en los últimos diez meses se han derrumbado los techos de cuatro hospitales de esta región. Todo un símbolo." No se puede confiar en el Estado y más sabiendo que por encima de ese Estado, está la mafia mundial, que es la que manda.

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