jueves, 21 de marzo de 2013

La dama en su nube

Foto: blog Etxekodeco


Cada año, desde que se adoptara la decisión durante la 30ª reunión de la UNESCO celebrada en París en 1999, el 21 de marzo se celebra el Día Mundial de la Poesía.

Su principal objetivo es sostener la diversidad de los idiomas a través de la expresión poética y dar a los que están amenazados la posibilidad de expresarse en sus comunidades respectivas. Tiene también por objeto apoyar la poesía, la vuelta a la tradición oral de los recitales de poesía, promover su enseñanza, el restablecimiento del diálogo entre la poesía con otras manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música o la pintura, creando una imagen atractiva de la misma para que no se considere una forma anticuada de arte…

Para conmemorar este día, hemos considerado oportuno transcribir un poema del novelista y poeta Felipe Benítez Reyes. (Si alguien quiere identificarle con alguna etiqueta, de esas a las que tan aficionadas suelen ser las camarillas literarias, habría que situarle en el estante de la denominada “poesía de la experiencia”). Las siguientes líneas, escritas en 1988 en un breve ensayo con el mismo título de la entrada del blog, son toda una declaración de intenciones:

“El día debe de estar lejano, y tal vez no llegue nunca, pero sería saludable que se comenzase a considerar la práctica de la poesía no como el desahogo sentimental de personas enamoradizas o como la salida vocacional de sensibilidades pintureras, sino como lo que realmente es o puede llegar a ser: un ejercicio de inteligencia.”

EL EQUIPAJE ABIERTO

De todo comienza a hacer bastante tiempo.

Y en una habitación cerrada
hay un niño que aún juega con cristales y agujas
bajo la mortandad hipnótica de la tarde.

Comienza a hacer de todo muchos años.

Y la noche, sobrecogida de sí misma,
abre ya su navaja de alta estrella
ante la densa rosa carnal de la memoria.

Comienza a ser el tiempo un lugar arrasado
del que vamos cerrando las fronteras
para cumplir las leyes
de esa cosa inexacta que llamamos olvido.

Y llega la propia vida hasta su orilla
como lleva el azar la maleta de un náufrago
a la playa en que alguien la abre con extrañeza
–y esa ridiculez de disfraz desamparado
que adquieren los vestidos de la gente al morir.

Lejano y codiciable,
el tiempo es territorio del que sólo
regresa, sin sentido y demente,
el viento sepulcral de la memoria,
devuelto como un eco.

Como devuelve el mar su podredumbre.

Todas nuestras maletas
reflejan la ordenación desvanecida
                          de un viaje
que siempre ha sucedido en el pasado.
                          Y las abrimos
con la perplejidad de quien se encuentra
una maleta absurda
en esa soledad de centinela
que parecen tener las playas en invierno.

De “El equipaje abierto” (1992-1996)

Para quien desee conocer algo más de Felipe Benítez Reyes, incluimos aquí un enlace a una publicación que contiene una conferencia que impartió en la Fundación Juan March de Madrid, en abril de 2006, con un preludio y una buena selección de sus poemas.

En su mensaje institucional de hoy (21 de marzo de 2013), Irina Bokova, actual Directora General de la UNESCO, ha explicado:

“Al celebrar el Día Internacional de la Poesía, la UNESCO quiere también promover los valores que ella transporta. Porque la poesía es un viaje: no un viaje fuera de la realidad, sino frecuentemente a lo más íntimo de las emociones, las reivindicaciones y las esperanzas de las personas. La poesía da forma a los sueños de los pueblos y a las expresiones más altas de su espiritualidad; la poesía da también valor para cambiar el mundo.”

Lean poesía, porque puede ayudarnos a cambiar muchas de las (malas) cosas que (nos) están sucediendo…

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