tag:blogger.com,1999:blog-904644400489371985.post4358860299135848268..comments2024-02-14T06:48:17.463+01:00Comments on Regimen Sanitatis 2.0: La rebelión de los pacientesRodrigo Gutiérrez Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/18364169112128987467noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-904644400489371985.post-16964594083269745112014-04-13T18:40:58.048+02:002014-04-13T18:40:58.048+02:00Totalmente de acuerdo, José Manuel. La relación cl...Totalmente de acuerdo, José Manuel. La relación clínico-asistencial en el marco de la cual se produce el encuentro médico-paciente es una relación que debe cuidarse especialmente. Requiere aprendizaje, prudencia, comprensión, reciprocidad y... humanidad.<br />Grave error asimilarla a una especie de burda relación proveeedor-cliente, donde la ética y la profesionalidad (professionalism) brilla muchas veces por su ausencia. Por desgracia, y con demasiada frecuencia, como sabemos, el entorno y el contexto excesivamente frío, tecnológico y deshumanizado en el que se desarrolla la moderna medicina, contribuye bien poco a favorecer y facilitar esa (buena) relación. Pero desde su origen en la medicina prehistórica, desde los primeros sanadores, fuesen brujos, magos, chamanes o hechiceros, hasta los buenos médicos de hoy, como bien dices en la entrada de tu blog, siempre fue una relación de ayuda, que requiere no sólo aptitud, sino también (tal vez sobre todo) actitud.<br />Aún recuerdo las enseñanzas del maestro Laín Entralgo...<br />Gracias por tus acertados comentarios.Rodrigo Gutiérrez Fernándezhttps://www.blogger.com/profile/18364169112128987467noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-904644400489371985.post-63780476701788454462014-04-12T22:29:02.588+02:002014-04-12T22:29:02.588+02:00Pienso que las relaciones médico-paciente no tendr...Pienso que las relaciones médico-paciente no tendrían que salirse de madre en ningún sentido. Médico y Paciente no debieran verse nunca como enemigos, a pesar de la animadversión que pueda llegar a suscitarse en ocasiones de uno hacia otro, fruto de tensiones, malentendidos, insatisfacciones o inmadureces personales. <br /><br />Una persona, afligida por un problema o una duda de salud, recurre a otra, obligada por el deber profesional y ético, para que la ayude o le dé una respuesta sanitaria. Nada que objetar, es lo normal. El problema surge cuando la demanda, a veces convertida en irracional exigencia, no se produce en el momento o el lugar adecuado.<br /><br />Son muchos los ejemplos de mal uso y abuso de los servicios sanitarios, ya referidos por otros. Algunos pueden no ser reconocidos por un lego; otros son evidentes para cualquiera con sentido común. Otra cosa es la calidad técnica y humana de los profesionales de la medicina, lo que nos llevaría a una pertinente diferenciación entre buenos y malos:<br />http://medymel.blogspot.com.es/2014/02/buenos-medicos-y-medicos-buenos-malos.html<br /><br />Y por supuesto siempre se hacen valoraciones diferenciadas entre los ámbito sanitarios público y privado, pues las relaciones contractuales difieren. No es difícil constatar la variación de proceder, desde luego criticable, de un mismo galeno en uno u otro. De ahí el debate obligatoriedad/no obligatoriedad del aseguramiento sanitario público. <br /><br />La figura del médico tiene una carga simbólica demasiado grande, cambiante en el tiempo como la propia sociedad y evolucionada por especializaciones y ultra-especializaciones. No se pude reducir todo a una crítica (la de Molière, en su contexto histórico, bien podría dirigirse a educadores, jueces y políticos) o una loa global. Si bien el médico no es un superhombre, es impensable una sociedad sin sanadores. <br /><br />No, los médicos no son ni dioses ni demonios.José Manuel Breahttps://www.blogger.com/profile/17360905985565716503noreply@blogger.com