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sábado, 4 de julio de 2015

Sigue el deterioro de la sanidad pública (según el CIS)


    Viñeta de Manel Fontdevila en eldiario.es

 Seguramente con la poco confesable intención de que pasen (casi) desapercibidos, dadas las fechas estivales y la segura distracción que supone en muchos ámbitos la constitución de los nuevos gobiernos autonómicos, se publican en estos días los resultados del Barómetro Sanitario de 2014 (BS) que elabora el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) [ver aquí el resumen ejecutivopara el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y cuya finalidad, según declaran los responsables -de forma algo rimbombante- es nada menos que: «La mejora continua del Sistema Nacional de Salud. Conocer la opinión de los ciudadanos para tomar en consideración sus expectativas, como elemento importante para establecer las prioridades de las políticas de salud». Los objetivos del mismo serían:

·     Conocer cómo perciben y valoran los ciudadanos el funcionamiento de los Servicios Sanitarios Públicos.
·    Saber la opinión de los ciudadanos acerca de determinadas medidas de política sanitaria.
·     Conocer la penetración real de las estrategias informativas de las autoridades de salud.
·   Obtener información sobre el grado de conocimiento o sobre las actitudes de los ciudadanos hacia los problemas de salud o actuaciones específicas del SNS.

Al margen de otras consideraciones de índole metodológica, los resultados globales del BS muestran que sigue produciéndose un significativo y paulatino descenso en la confianza de los ciudadanos en el sistema sanitario público y en su percepción sobre el funcionamiento de los servicios. En términos generales puede decirse que la ciudadanía sigue valorándolo de forma positiva, y aunque le da una nota general favorable, el nivel de satisfacción global cae por tercer año consecutivo desde 2011 y supone la peor nota de la sanidad pública desde 2008.

Además de los resultados totales, el Barómetro presenta los datos desagregados para cada CCAA, de manera que puede hacerse el interesante ejercicio de comparar en cada territorio si los resultados de las valoraciones son mejores, peores o se encuentran en la media general. En nuestro caso nos referiremos a Castilla-La Mancha, por ser nuestra comunidad autónoma de origen…
    
Así, la Tabla 1 muestra que la satisfacción global con el funcionamiento del sistema sanitario es aún menor en Castilla-La Mancha que en el conjunto de España, habiendo disminuido también más en los últimos años, aunque todavía en 2012 se encontraba por encima.

En las siguientes tablas puede comprobarse lo que opinan los ciudadanos de Castilla-La Mancha encuestados en este mismo BS sobre algunas otras cuestiones relativas al funcionamiento general de la sanidad y de determinados servicios asistenciales y cómo han evolucionado en los últimos años. En todo caso, merece la pena echar un vistazo a este interesante estudio, que contiene además algunas preguntas relevantes sobre el tabaco y la regulación de los cigarrillos electrónicos; sobre los medicamentos, información, publicidad y accesibilidad a los mismos; valoración de los profesionales y de la asistencia recibida en atención primaria y atención especializada; valoración y preferencias sobre sanidad pública y privada, atención a enfermedades crónicas, etc.

Como se ve en la Tabla 2, en 2011 un 73.12% de la población consideraba buena o muy buena la sanidad pública en España; en 2012 este porcentaje bajó al 70.65%, situándose en 2013 en un 65.86%; en 2014 es del 62.7%. En resumen, en cuatro años se ha producido un descenso de casi once puntos en la valoración ciudadana del funcionamiento del sistema sanitario en España. En ese mismo periodo de tiempo el deterioro ha sido mayor en Castilla-La Mancha, donde se ha producido un descenso de más de veinte puntos en la valoración de la sanidad pública de la región. De hecho, hasta 2011 el nivel de satisfacción era mayor en la comunidad autónoma, situándose ahora por debajo en más de ocho puntos con respecto al total nacional.

Los descensos más evidentes y llamativos se registran en las preguntas sobre si una serie de servicios (atención primaria, atención especializada, atención hospitalaria) han mejorado, han empeorado o siguen igual respecto a los últimos cinco años (ver las Tablas a continuación). Las series temporales muestran que en un solo año, entre 2011 y 2012, la percepción de que han empeorado se incrementó notablemente: en 2011 sólo un 10,71% de los encuestados creía que la atención primaria había empeorado. En 2012 eran ya el 19,76%; en 2013 este porcentaje alcanzó el 27.85% y en 2014 se sitúa en un 29.7%. Al mismo tiempo, los que opinan que ha mejorado bajaron del 41,14% al 30,62% entre 2011 y 2012 y hasta el 23.56% en 2013. En 2014 ha seguido descendiendo hasta un 19.5%. Sobre atención especializada, en 2011 el 11,83% consideraba que había empeorado. En 2012 suponían casi el doble, un 22,05% y en 2013 un 32.2%. En 2014 el porcentaje de personas que considera que ha empeorado se ha incrementado en cinco puntos más, llegando hasta el 37.3%. Mientras, los que opinan que ha mejorado disminuyen desde un 34,72% hasta el 25.58% en 2012, hasta el 18.0% en 2013 y solo el 13.9% en 2014. Los datos sobre atención hospitalaria muestran que en 2011 un 10,52% creía que había empeorado. Este porcentaje se duplicó en 2012, al subir hasta un 21,09%; en 2013 alcanzó el 32.3% y llega al 37.3% en 2014. Los que consideran que había mejorado, un 37.72%, bajaron en 2012 hasta el 27,34%, en 2013 eran el 19.0% y en 2014 representan solo el 14.2%.






El deterioro en la situación de las urgencias también aparece reflejado en las preguntas del barómetro sanitario. Entre 2012 y 2014 el porcentaje de las personas entrevistadas que considera que han mejorado se ha reducido a la mitad, pasando del 22.43% al 11.6%. En cambio, se ha incrementado el número de los que consideran que ha empeorado, (del  28.31% al 43.1%).




Finalmente, otra de las preguntas se refiere a la percepción sobre la evolución de las listas de espera para recibir atención sanitaria. En 2014 un 38.9% de los encuestados a nivel general,consideran que la situación de las listas de espera ha empeorado 40%. Este porcentaje es aún mayor en Castilla-La Mancha, llegando hasta el 40.7% (Tabla 4):


En resumen, el deterioro de los servicios públicos producido en los últimos años por las políticas de ajuste presupuestario y de recortes indiscriminados, que han reducido sustancialmente los recursos del sector, está erosionando la confianza de los ciudadanos hacia el sistema sanitario, y ha provocado un claro empeoramiento de la opinión pública sobre el funcionamiento del mismo.

Como han demostrado numerosos estudios y análisis de políticas públicas, la legitimidad de la actuación política está muy relacionada con la percepción de la eficacia del sector público a la hora de dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos, lo que se refleja directamente en la satisfacción con los servicios públicos.

Llegados hasta aquí, es oportuno indicar que según el propio BS (pregunta 1) la sanidad es considerada como el área de mayor interés para los ciudadanos por un 28.3% de los encuestados, (el 34.7% en el caso de Castilla-La Mancha), solo superada por el empleo. La sanidad y su valoración importan, por tanto (y mucho)…

¿Y aún se extraña el Gobierno de los malos resultados cosechados en las últimas elecciones autonómicas?
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Otras entradas anteriores sobre el mismo tema:
El deterioro sanitario (19 agosto de 2013).


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